Quizás sea que Luis Suárez sea del equipo más protegido mediaticamente por la Prensa de este país, o que hay miedo a juzgarle por ese ataque mafioso desde Barcelona cuando se toca a "uno de los suyos". Pero el caso es que Suárez acumula méritos para ser comparado con Diego Costa.
La última fue que se pasó el partido al rojo vivo, luchando como siempre todos los balones, sacando codos y poniéndose como un animal cuando Drinkwater le hizo falta por detrás. Y es que el jugador del Barcelona vive los partidos con intensidad. Siempre hace unas cinco faltas en cada encuentro y para el jugador nunca son falta. Eso sí, todas las que le hacen a él son de roja. Da igual que sea un amistoso, una falta provocó que se encara con Drinkwater y soltara por la boca de todo menos palabras ejemplares.
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