jueves, 30 de julio de 2015

Alineación histórica: cualquier tiempo pasado fue... peor


En estas épocas estivales, el calor y la ausencia de noticias reales hace que a más de uno se le funda la neurona y suelte las habituales perlas despotricando contra los fichajes y diciendo que no hay equipo, pero ¿es eso verdad? Lamentablemtente, nuestro Club ha tenido épocas (principalmente en los 80-90) en las que la dirección deportiva parecía fichar mirando el Pro borrachos escuchando grandes hits de Leticia Savater. Os preguntaréis por qué hay dos mediocentros y dos mediapuntas; la respuesta está en el entrenador. Empezamos:

POR: Bizzarri. Joven portero argentino fichado como recambio del ya veterano Illgner en 1999. De su estancia en la capital, sólo cabe decir que hizo honor a su apellido, tragándose goles de todas las características y colores. El club sólo tardó un año en buscarle una salida rápida.

LTI: Drenthe. Fichado por 13,5 millones de euros en 2007 como una de las grandes promesas del fútbol europeo, sus tres años en el Madrid se recuerdan por tres hits: el golazo del día de su debut contra el Sevilla, estrellar su Audi contra un coche de la Policía Nacional y sus problemas con la gravedad (efectivamente, el violento escorzo que supone meter un centro ponía en riesgo la estabilidad de su cuerpo serrano).

DFC: Spasic. Fichado por Lorenzo Sanz gracias a un pegajoso marcaje que le hizo a Butragueño en los octavos de final del Mundial Italia 1990, el yugoslavo será siempre recordado por su incipiente calvicie que le hacía aparentar dos décadas más de las que en realidad tenía y por un autogolazo en el Camp Nou, rematando de cabeza completamente solo, por la escuadra, un centro de Nadal (ganó el Barça 2-1).

DFC: Samuel. El muro de 35 millones de euros hizo honor a su nombre, ya que tenía la movilidad del hormigón armado. Famoso por habilitar delanteros rivales en fuera de juego, metió un gol al Albacete y se enfrentó con la grada. Sólo duró una temporada (2005-06).

LTD: Claudemir Vítor. En los 90 el Madrid fichó a todos los laterales que se parecían a Cafú menos al mismo Cafú. En 1993, mientras la estrella brasileña fichaba por el Zaragoza, nosotros firmamos a un tipo que corría mucho y que tenía la misma técnica que un adoquín. Duró un año, con tres partidos jugados.

MC: Petkovic. Gran disparo de larga distancia. Poco recomendable si tenía que pasar el balón a un compañero situado a más de dos metros. Cinco partidos en el primer equipo durante 1995.

MC: Emerson. La Juve bajó a Serie B en 2007 por unas "pequeñas" irregularidades, así que media Europa sacó la billetera y decidió aprovechar los saldos. Lento y descolocado, sufrió las iras del Bernabéu y se acabó yendo después de ganar la Liga de las Remontadas.

MP: Freddy Rincón. El colombiano no era mal jugador, pero no tenía plaza en el equipo por agotarse el cupo de extranjeros. Fichado en 1994, abandonó la disciplina blanca al año siguiente. En 2000 un gol suyo contra el Al-Nassr eliminó al Madrid en el Mundialito. Maldita ley del ex...

MP: Faubert. Cuando la presentación de un jugador congrega la increíble cantidad de treinta y dos espectadores, se intuye que estamos ante algo grande. Los 1'5 millones de euros pagados por un suplente del West Ham fuera de forma fueron de las cosas menos impactantes de este fichaje. Jugó (es un decir) treinta minutos en media temporada y durmió en el banquillo el resto de su estancia en Madrid.

DC: Edwin Congo. Delantero colombiano fichado en 1999 porque un niño escribió a Lorenzo Sanz pidiendo su llegada. Efectivamente, el mandatario blanco, sin ver un sólo partido suyo, puso 5 millones de dólares en la mesa del Once Caldas, equipo en el que llevaba 30 goles en 110 partidos. Del Nabo (perdón, del Bosque), viendo la que se le veía encima, le dejó fuera del equipo y le mandó al Castilla. Tras una temporada, fue traspasado.

DC: Baljic. Igual es el que menos os suena, pero por él Lorenzo Sanz pagó 21 millones de euros... ¡EN 1999! 15 partidos, varias cesiones, una rotura de ligamentos y ni un sólo gol fueron su bagaje en España. Tras jugar en varios equipos turcos, se retiró en 2008 para sacar un disco que haría tener pesadillas a H. P. Lovecraft. 

ENT: Luxemburgo. Creador del 4-2-2-2, o cuadrado mágico, sistema que servía para atascar el centro del juego con excesivos jugadores y para convertir las bandas en eriales atacando y autopistas defendiendo, ya que "las bandas no existen en el fútbol moderno" (sic). Demostró su eficacia en partidos como el Lyon 3 - Madrid 0. Huelga decir que duró un año, de diciembre de 2004 a diciembre de 2005.

Nota final: por falta de espacio, y si me dejan los jefes, escribiré una segunda entrega con el banquillo de esta magnifíca selección histórica. Este artículo se basa en criterios meramente personales y en recuerdos de juventud.

martes, 28 de julio de 2015

Iker Casillas: el ocaso de un Dios

El otro día leí un artículo en LaGalerna.com, en el que el periodista de esRadio Sergio Valentín justificaba y repartía de forma más o menos equitativa las culpas en el ocaso deportivo de Iker Casillas y encontraba culpables en su salida más o menos destemplada del club de sus amores, tras 16 años en “el candelabro”, que diría aquélla…

Mourinho, la Prensa, Florentino Pérez. Hasta la afición tenía su parte alícuota de responsabilidad en la salida del capitán. Una especie de “entre todos la mataron y élla sola se murió”, con el que,  si bien se aleja un tanto de la línea oficial de la prensa casillista, estoy en un profundo desacuerdo. 

Por tanto,  sirvan estas letras para explicar mi modesto punto de vista de las causas o, mejor dicho, de los culpables del ocaso deportivo y personal de Casillas. Una persona que, pudiendo haber salido como un mito, ha acabado saliendo por la puerta trasera y como un perfecto miserable.

Así pues, el principal y único culpable del ocaso deportivo y personal de Iker Casillas es el propio Iker Casillas. Parafraseando a Churchill, Casillas tuvo que elegir entre el deshonor de comprar la protección mafiosa de la prensa y de salvar el prestigio de la Selección o la guerra, que era defender a su club, el que generosamente le ha pagado hasta incluso su salida, frente a los continuos ataques de sus “amigos” (de la prensa y barcelonistas).


Y Casillas eligió el deshonor… y acabó con deshonor y provocando la guerra, especialmente la de la prensa sobre su club y sobre sus propios aficionados, generando una profunda división de la que tardaremos años en recuperarnos.

Por no hablar de su nefasta preparación física. Recordemos que el propio Iker, en aquella inolvidable (por disparatada) entrevista con Iñaki Gabilondo reconoció que en toda su carrera apenas sí pisó el gimnasio. La explicación, por absurda, no dejaba de ser curiosa ya que, según el propio Casillas, ese tipo de trabajo no le hacía falta, al ser poseedor de un talento innato, incompatible por lo visto con el ejercicio físico más elemental.

Por otra parte, ¿echar la culpa a Mourinho? ¿A Florentino Pérez? ¿Por qué a ellos y no a Fernando Burgos, Carmen Colino, Tomás Roncero, Alfredo Relaño, Santiago Segurola, Paco García Caridad, Manolo Lama, Manu Carreño, Antonio Romero, David Alonso y todos los demás “hermanos mártires” en la causa casillista, de sobra conocidos?.


Gente que, además de tener en común y por lo general por un profundo antimadridismo, lejos de hacerle ver a Iker que llevaba tres años espantosos, en caída libre deportiva y sin nivel para un Real Madrid, seguía refiriéndose pomposamente a él como “El Mejor Portero del Mundo”, “El Santo” o “La Leyenda”. 

Personas indeseables, sin escrúpulos, que montaron una serie de campañas infames contra Mourinho, Ancelotti (al que Tomás Guasch llegó a tildar de loco por su decisión de poner a Casillas sólo la Copa y la Champions en 2014), Willian Vecchi, al que otro amigo de Iker como Iñaki Cano llamó viejo chocho por preferir a Diego López. O contra el propio Diego o Keylor Navas.

Y Casillas, un tipo marcadamente rencoroso y pagado de sí mismo, fue incapaz de asumir su evidente declive y decidió terminar de creerse esos elogios inmerecidos de sus falsos.

Y todo porque estas personas tuvieron la penosa idea de considerar que Iker Casillas no estaba en condiciones de ocupar la portería del Madrid ya o tuvieron la desgracia de jugar en el lugar de un tipo al que le concedieron el derecho de ser titular per saecula saeculorum, merced a algún tipo de derecho divino que el resto de los mortales desconocemos…

Unas campañas tan infames como desconocidas hasta la fecha y que, lejos de ayudar a Casillas (aunque lograron su primer propósito de devolverle a la titularidad esta última temporada) lo que acabó por conseguir es ponerle a los pies de los caballos. Porque encima esta gentuza nos toma por tontos o peor aún, por gilipollas, tratando de hacernos ver lo bueno que es Iker a los que veíamos cómo cada año el estado de Casillas iba a peor, hasta rozar el esperpento vivido esta temporada.
Así pues, desde hace años hemos tenido que escuchar patochadas descomunales casi a diario por parte de la miríada de palmeros de Iker. 

Desde decir que paraba los balones o los mandaba al travesaño con la mirada hasta exculparle de todos los fallos, achacándoselos a todo tipo de factores, siempre ajenos a la nula preparación de Casillas o su estado de forma. Que si la defensa no cierra, que si Nacho y Varane no le dejan ver, que si Khedira le molestó en su salida a por uvas en Lisboa que casi nos cuesta la Décima….


E incluso ya con su marcha, tuvimos que leer a sus periodistas de cámara diciendo que se iba el “jugador más importante de la historia del Real Madrid”, como alegremente afirmó Juan Antonio Alcalá (COPE). 

Supongo que para este indocumentado, que seguramente ni es madridista, las figuras de Di Stefano o Gento no tienen ningún valor para la historia de este club…

Por último, Mourinho fue el primero que, junto a Capello en 2006, se empezó a dar cuenta de que el Rey iba desnudo. Pero aquí el huevo sí fue antes que la gallina y Mou sentó a Casillas porque su rendimiento estaba empezando a ser malo y no al revés.

De hecho, Casillas tuvo un decente primer año con Mou y una buena temporada 2012, la de la Liga de los Récords.

Sin embargo, el tercer año de la era Mourinho, además de llegar aquel verano con un evidente sobrepeso y un abandono físico palmario, tuvo un penoso inicio de Liga, justo tras la vuelta de la Euro 2012, brillantemente conquistada por España ante el éxtasis pipero y de los fans del tikitaka. Un triunfo que terminó de encumbrar a la cima periodística a Casillas como parte activa de esa victoria.

Ahora bien, tras meses en los que Casillas tuvo parte activa en la sangría de puntos sufrida entre septiembre y diciembre de 2013, Mou decidió sentarle para darle un toque a ver si espabilaba pero Adán no supo estar a la altura. El suplente demostró que no podía ser competencia y, entre sanciones y su bajo nivel, Iker volvió a la titularidad en enero, hasta la lesión en Valencia. 


Aquello motivó la llegada de Diego López y que, de repente, el Madrid cobrase un protagonismo especial en la portería, que volvió a ser un bastión casi inexpugnable durante varios meses y que, muchos que no habían conocido otro portero y otras mañas bajo palos viesen que había vida después de Iker.

A partir de ahí la campaña de los amigos de Casillas fue brutal, inusitada. Cada paradón de Diego fue ninguneado hasta el vómito casi tanto como la forma de exagerar sus pocos fallos, que solían acompañar de la maldita coletilla de “esa la hubiese parado Iker con la gorra”…

Pero héte tú que se fue Mou y llegó Ancelotti y parecía que todo volvería  a la “normalidad” (es decir, que Iker debería volver a la titularidad por lo civil o lo criminal). 

Entonces, lo que parecía haber sido un triunfo inenarrable de la presión de la “prensa mamadora” (término acuñado por Manolo Lama, por cierto) resultó un fiasco colosal porque el italiano, a poco que vio entrenar al gallego y al de Móstoles, de la mano de su preparador de porteros, escogió a Diego. Y el meta gallego lo hizo bastante bien a pesar de la presión, redoblada desde las huestes casillistas hasta límites ya inexplicables.

Sin embargo, Ancelotti, no sé sabe bien por qué (tal vez porque como dijo él mismo, no iba a pasar a la historia como el entrenador que echó a Iker) se bajó parcialmente los pantalones y le dio al mostoleño la Champions y la Copa. Una Champions que estuvimos a punto de perder precisamente por su culpa en Lisboa y que Sergio Ramos salvó como todos sabemos en aquel histórico 92:48…

Por otra parte, en dicho artículo –en línea con la Prensa del Régimen- se acusó  a Florentino Pérez de no “amparar” a su capitán. Un capitán que como tal dio muestras más que de sobra de cobardía y de servilismo hacia otros intereses (defender a sus amigos y a la pax romana en la Selección. sin ir más lejos) pero que contó con el manto protector de la presidencia.

Primero, tras aquello de “Presi, en junio o él o nosotros” publicado en enero de 2013 por Marça y que acabó con la salida de Jose Mourinho del club. 

Si fue mentira, porque no demandó al otro diario madridista. Y si fue verdad, por acceder al chantaje y permitir que el entrenador se marchase y no poner de inmediato a los afectados en el mercado y liquidarlos del club.

Segundo, eliminando constantemente la competencia del camino de Iker. Casillas nunca supo luchar por su puesto, acostumbrado a ocuparlo de forma habitual prácticamente desde 2002. 

Fue vergonzoso y lamentable ver cómo el club le quitó del camino de la titularidad a Diego López, pese a los méritos más que sobrados del gallego para seguir no ya en el club sino como titular, muy por encima de Casillas. 

Pero es que además también permitió que Ancelotti le pusiese de titular indiscutible esta última temporada, por encima de Keylor Navas, más preparado y en mejor forma, actuando por decreto. Por tanto, más protección que esa no se le puede dar a una persona ni tampoco exigir, por parte de otros…

Por útimo, y para más inri, la protección a los pitos ya se la dio Ancelotti, dándole a Keylor el marrón de jugar en el Bernabéu aquellos partidos en los que se avecinaba concierto de pito, especialmente tras malas actuaciones previas de Casillas en Liga o Champions…

En conclusión, hay que decir que nunca fue más injusta esa extensión de basura que los medios están haciendo a todos para responsabilizar de un declive espectacular a gente que no fue ni arte ni parte en esta fiesta. 

No os engañemos, Iker y sólo Iker es el culpable de su ocaso…

lunes, 20 de julio de 2015

Las mentiras del caso Casillas



Una semana después de la salida de Casillas del Madrid todavía no me había puesto manos a la obra con ningún artículo de opinión sobre el asunto. Las razones eran dos: se ha escrito mucho sobre el tema y he leído opiniones con las que me siento 100% identificado, como la de Paul Tenorio con su ensayo en La Galerna. Por tanto, el objetivo de este artículo no es analizar la trayectoria de Casillas en el Madrid ni los últimos convulsionados días que vivimos antes y después de su marcha. Lo que pretende este artículo es poner de relieve algunas de las mentiras del "Caso Casillas", muchas de ellas muy repetidas con el objeto de tornarlas en verdad, que han condicionado y provocado el sofoco al que nos hemos visto sometido los madridistas en estos últimos lances:

El héroe de la Novena

Tan cierto es que sus intervenciones al final del partido en Glasgow fueron decisivas como que fue Cesar el que disputó como titular todas las eliminatorias de la Novena. Por parte del periodismo se tiende a ningunear a César -no por animadversión hacia el cacereño- con el objeto de espolear la importancia de Casillas esa temporada. Por cierto, su suplencia desde febrero de 2002 acaba con otro mito y ese es que fue Mourinho el primer técnico que le puso piedras por el camino. No, por lo que parece, fue el propio seleccionador español -Vicente del Bosque- el primero en sentar a Casillas. En palabras autorizadas por Casillas en su biografía, fue una decisión conjunta de Del Bosque y Hierro. ¡Qué cosas!

Intriga saber qué hubiera sido de la carrera de Casillas si no se hubieran lesionado sucesivamente Cesar y Cañizares. ¿Se diría, acaso, que Del Bosque arruinó su carrera?

La llamada a Xavi: el inicio del declive con Mou

Antes de entrar en el asunto, quiero hacer una aclaración de mi opinión sobre la llamada. Según han manifestado los protagonistas años después, no fue una llamada para bajarse los pantalones, sino para calmar las aguas. Siempre pensé que el problema no estaba en la llamada, sino en que desde Barcelona se filtrase una disculpa del Madrid de manera interesada y con el fin de que el kun blanco figurase como el malo de la película. Lo que siempre eché en falta de mi capitán fue que no saliese a desmentir esa información que estaba siendo convenientemente utilizada desde Barcelona.

Siempre se dice que desde ese momento, septiembre 2011, la relación entre Mou y Casillas no fue la misma, sin embargo ambos lo disimularon muy bien ya que durante todo ese año Casillas fue titular indiscutible y y posó en alguna foto junto a Mou en señal de apoyo al portugués ante los ataques de la prensa. De hecho, según el propio Casillas, eran constantes las llamadas de Mou durante la Eurocopa 2012 animándole en busca del título.

Mou le sienta por motivos personales

Derivado del punto anterior, cuando Mou le sienta en diciembre de 2012 se dice que todo viene de la llamada a Xavi quince meses antes. Lo que no interesa analizar es el tremendo bajón en las prestaciones de Casillas en ese inicio de temporada tan aciago para el equipo, que hacia que ganar la Liga ya fuera una quimera. Ante ese hecho, Mou optó por darle un toque en busca de que Casillas recuperase ese ardor competitivo. Ese toque que algunos consideran definitivo en el nivel actual de Casillas, casi tres años después, tuvo como duración dos partidos. Tras eso dos partidos (el propio Casillas reconoció con Gabilondo que le sirvió de motivación), Iker recuperó la titularidad hasta que la desgraciada acción con Arbeloa le apartó del campo por lesión.

Con la llegada de Diego López se propaga otra mentira: Mou apartó a Casillas del equipo. De nuevo el propio Iker, en su entrevista con Gabilondo, vuelve a desmentir a sus palmeros. De acuerdo con lo dicho por el mostoleño, Mou le preguntaba a diario por el estado de su mano. El portugués, en un ejercicio de profesionalidad, se mantuvo cerca del capitán de equipo durante la lesión. Fueron la lesión y el excelente nivel de Diego López los que provocaron la ausencia de Casillas hasta el final de temporada. Es evidente que la relación a nivel personal entre ambos acabó muy deteriorada, ¿influiría el "Mou o nosotros?

Un palmarés inigualable

Casillas ha estado dieciséis temporadas en el Madrid en las que ha disputado cuarenta y ocho de los grandes títulos reconocidos por la prensa (Champions, Liga y Copa). De esos cuarenta y ocho títulos, conquistó diez (por supuesto, le cuento la Novena). Se habla de gran palmarés cuando, en mi opinión, para alabar a Iker ese no es el mejor argumento. De hecho, a Florentino con un palmarés no demasiado inferior en menos temporadas se le considera, por muchos, un auténtico desastre deportivo.

Mi opinión es que la consciencia, por parte de muchos madridistas, de estas mentiras tan divulgadas, ha contribuido a emponzoñar la salida de un jugador, que por su nivel mostrado durante muchos años, llegó a ser un motivo de orgullo para la mayoría de madridistas.

sábado, 18 de julio de 2015

El complejo de inferioridad y los trofeos de la galleta


Tal es el complejo de inferioridad de los diferentes equipos respecto al Real Madrid, que para aparentar que le han superado en el palmarés convierten auténticos trofeos de la galleta en títulos al nivel de una Copa de Europa o una Liga.

Recuerdo cuando a finales de Agosto de 2011, durante la disputa de la Supercopa de Europa entre el Barcelona y el Oporto, en el momento en el que el hijo pródigo azulgrana Fábregas marcaba el 2 a 0 definitivo, el comentarista del partido, el funcionario de TVE Sergio Sauca, exclamó apasionadamente: «¡El Barcelona acaba de superar en títulos europeos al Real Madrid!». Aturdido, por un instante me pregunté si es que de repente le habían otorgado 6 Copas de Europa consecutivas al Barcelona para sumarlas a las 4 que entonces, tras la final de Wembley ante el Manchester United de ese mismo año, tenía en sus vitrinas. 

Pero enseguida volví a la realidad e identifiqué el origen de las palabras de este pobre diablo, uno de tantos periodistas esclavos, acostumbrado a hablar o a escribir al dictado: había que ridiculizar los méritos y la grandeza del Real Madrid mediante la suma nada ponderada de trofeos de nulo valor, tales como una Supercopa de Europa, frente a las Copas de Europa madridistas, que en algunos casos son hasta atribuidas a la compra de voluntades de Francisco Franco (sic), como si estuviera comprando la victoria de Massiel en Eurovisión, todo ello suposiciones sin prueba alguna. «Ya se probará», alcanzan a decir en sus tertulias y documentales, ya se probará. Y sin embargo, aún no se ha probado, luego es una verdadera canallada intentar manchar así las 6 primeras Copas de Europa madridistas, que le deben todo al buen hacer de Don Santiago Bernabéu. Bien sabemos que nada dicen estos objetivos comentaristas de la íntima amistad que los azulgrana mantienen con Ángel María Villar, Presidente de la Real Federación Española de Fútbol y vicepresidente de la UEFA, de la presencia del expresidente azulgrana Joan Gaspart en el Comité de Designación Arbitral en España, ni de los sucesivos sibilinos arbitrajes favorables al Barcelona en todos estos años en todas las competenciones, que a poco que uno sea avispado sospechará que son consecuencia directa de la influencia de Villar y Gaspart. Como se preguntó José Mourinho en su día: ¿Por qué? 

Todo ello sumado a una serie de irregularidades en fichajes, algunas ya castigadas (el Barcelona no puede inscribir a ningún jugador hasta el próximo 3 de Enero de 2016, pese a las pomposas y obscenas presentaciones de Vidal y Arda Turán, pasando por encima del decoro que correspondería a un equipo sancionado), el dopaje que durante años recibió Leo Messi, suministrándole día tras día la hormona del crecimiento bajo el argumento de tratar el Síndrome Frágil que padecía, sin que ningún organismo deportivo lo haya investigado; el Caso Neymar, donde Rossell y Bartomeu se creyeron más listos que Florentino Pérez y presentaron unas cifras de 57 millones de euros sobre el fichaje de un jugador que valía en total 150 millones; de ahí que el fisco brasileño, el fondo de inversiones que tenía parte de los derechos del jugador y la justicia española hayan imputado tanto a la entidad como a sus presidentes. Por lo tanto, los triunfos azulgrana están claramente manchados, y aquí sí que hay cuando menos indicios claros de ello; pero para el aficionado al club de la esquinita  donde se pita el Himno Español y al Jefe del Estado, todo da igual mientras la pelota entre bajo los tres palos; cuando no entra, comienzan a verse los descosidos del traje.

No obstante, de nada le sirve esta exitosa racha al barcelonismo, puesto que aún habiendo logrado dos tripletes recientemente, su preocupación ha sido siempre el Real Madrid: en 2009 porque fichó a Cristiano, quien dijo que llegaba para triunfar en el mejor club del mundo; en 2010 a José Mourinho, otro objeto de deseo azulgrana del pasado, que dijo lo mismo delante del «Rey» Florentino. Ahora es la fiesta de cumpleaños de Cristiano en la que se dio a conocer Kevin Roldán... Está claro que por muchos títulos que gane, el Fútbol Club Barcelona será un equipo con mentalidad de segundón, siempre mirándose en el espejo blanco, y siempre queriendo minimizar sus logros deportivos, que le sitúan por encima del resto. 

Para ahondar en esta constante difamación y mentira, la prensa estará siempre presta y dispuesta a blanquear o disimular algunas referencias de los rivales blancos subidas de tono, no sea que queden en ridículo y en evidencia su lenguaje antideportivo. No olvidemos la reciente entrevista que el entrenador del Atlético de Madrid, el Cholo Simeone, concedió al diario AS; el Cholo, más marrullero y antideportivo hoy día si cabe que en su etapa de jugador, trasladando su juego de 90 minutos de comportamiento antideportivo a sus jugadores (aunque la prensa se encarga de caracterizar eufemísticamente esta forma de jugar como «intensa»). El Cholo, en unas declaraciones dignas de un bastardo, no tuvo el más mínimo sonrojo a la hora de confesar en la entrevista que la Liga 2015-2016 la veía «peligrosamente preparada» para el triunfo del Real Madrid, porque lleva ya varios años sin ganarla; por supuesto, estas declaraciones quedaron sepultadas entre el fárrago textual de las preguntas, y no fueron destacadas como se merecían. Debemos deducir entonces que la liga de la temporada 2013-2014 que logró el equipo colchonero, 18 temporadas después de la anterior, estaba «peligrosamente preparada» para que la ganase el equipo del juego intenso. Pero el complejo de inferioridad de Simeone es claramente superior a su capacidad de raciocinio...    

jueves, 16 de julio de 2015

El chantaje de Sergio Ramos


Cuando la prensa aún no ha terminado de apagar los rescoldos del fuego encendido en tertulias, editoriales y comentarios de prensa en favor de Casillas ante su más que presumible salida, los Junta letras del Régimen han levantado ya una nueva bandera con la que agitar las ya de por sí agitadas aguas del Real Madrid.

Ahora, tras el “culebrón Casillas” (que, por el bien del club, espero que acabe con la salida del portero más pronto que tarde del club de Chamartín), ahora se avizora en lontananza otra tormenta con el caso “Renovación de Ramos”. Un caso que, por la virulencia y la intensidad con la que los periodistas del Movimiento han tomado las riendas, tiene más el aspecto de un huracán de Fuerza 4 que el de una tormenta de verano.

Y es que sorprende la vehemencia con la que estos periodistas han comenzado a defender la necesidad de renovar casi “a divinis” al jugador sevillano. Por más que sus peticiones, además de disparatadas, sean inasumibles para el club.

Tal vez por eso, oyendo las sandeces y, sobre todo los argumentos esgrimidos por la cohorte de palmeros de Ramos (Lama, Carreño, Gª Caridad, Relaño, etc.)  y de sus infinitos medios afines (As, Marca, COPE, Onda Cero, etc.), a veces me pregunto quiénes son en realidad los representantes de Ramos. Si su hermano René o el 90% de los periodistas de este país, en otro flagrante caso de "con todo lo que nos ha dado".

Y aunque, como digo, esta radicalidad en la defensa del camero es ciertamente chocante, lo que de verdad me sorprende essu enorme incoherencia. 

Es curioso ver cómo los mismos que hasta hace dos días exigían al club que fuese respetuoso con lo firmado con Casillas y le pagase hasta el último céntimo acordado (como debe ser, por otra parte), ahora se vuelca con Ramos y olvida que Ramos tiene firmado un contrato con el club que tan generosamente le paga y que es tan legal y digno de ser respetado como el de Iker.

¿Qué es eso de pedir una renovación por dos años más cuando aún le quedan dos temporadas para acabar su contrato? Y exigir nada menos que de 10 millones de euros netos al año (nada menos que entre 18 y 20 millones de euros brutos),  en especial en un año cuyo rendimiento ha sido manifiestamente mejorable, por no decir que ha sido una auténtica basura.

Entiendo que esa petición entre dentro del tira y afloja de una negociación entre un tipo, cuyo talento futbolístico es inversamente proporcional a su cerebro, y que él puede –y por qué no, debe- pedir lo que en conciencia cree merecer.Ahora bien, y  de la misma forma, el Real Madrid se encuentra en su perfecto derecho de considerar no ya que Ramos no merezca acabar su carrera aquí sino que simplemente éste no sea el momento procesal oportuno de plantear esa renovación. 

O de no querer descarajar la política salarial del primer equipo, admitiendo un chantaje en toda la regla, que es en lo que se ha convertido este culebrón, en gran parte por culpa de las filtraciones interesadas realizadas por Ramos y su entorno a sus periodistas de cámara, para que desde los medios le hagan el “trabajo sucio”.

Y digo chantaje porque el cariz que ha adoptado la situación pasa justamente por eso. Por un mero chantaje, con la filtración de la existencia de una serie de equipos (que curiosamente, nunca se concretan) interesados en hacerse con los servicios del camero y que alcanzó su cénit este viernes. 

La gravísima confesión de parte, realizada por el precandidato a las elecciones barcelonistas,Jordi Majó, afirmando que alguien del entorno del futbolista se le ofreció al Barça es de tal calibre que no puede caer en saco roto y que ni Ramos ni su representante se han apresurado en desmentir públicamente, salvo en una comunicación extraoficial hecha presuntamente por René Ramos a través de uno de sus medios de cámara como es el antiguamente madridista diario Marca.

Pero no contentos con eso, en paralelo, el diario As se ha despachado con una nueva portada amenazante por parte del defensa sevillano. Tras una semana filtrando que Ramos no estaba a gusto en Madrid y que las negociaciones se habían roto, el diario de Relaño manifiesta ahora con rotundidad que Ramos se quiere marchar este mismo año. 


Florentino Pérez ya ha aguantado muchos ultimátums y amenazas de Ramos, como en su día los soportó de parte de Casillas y su entorno mediático. Sin embargo ninguno –salvo el conocido “Presi, en junio o él o nosotros”- había llegado tan lejos, coqueteando incluso con el eterno rival del club blanco.


Tal vez por eso y, si es verdad eso de que se quiere marchar, habrá que recordarle esas sabias palabras de Don Santiago Bernabéu  que , hoy más que nunca, cobran todo su sentido: “Quien piense en irse del Real Madrid, ya sabe dónde tiene la puerta”, a lo que yo añadiría, y  que cierre a salir, que hay corriente.

Entre otras cosas porque si algo debería haber aprendido Ramos en sus más de 10 años en este club es que no hay nada ni nadie por encima de él. Y sus exigencias económicas, anteponiendo su propio interés al del equipo y encima acompañadas de estas coacciones y esta presión asfixiante, lejos de ser merecidas, le hacen acreedor a ser puesto de inmediato en el mercado.

¿Por qué? Muy sencillo. Si exige cobrar como un delantero “Top” mundial y dice manejar ofertas de grandes clubes, lo que debería hacer el Real Madrid es exigirle que las ponga encima de la mesa.
Eso sí, que sepa que, como en los casos de Higuaín, Özil o Di María, que no se va a ir a cualquier precio. De tal manera que si exige cobrar unos emolumentos de megacrack mundial (algo que ya ocurre, por cierto), que la oferta que traiga sea acorde a su condición exigida. 

Si no es así, que cumpla escrupulosamente un contrato firmado no hace mucho y que le une hasta el 30 de junio de 2017. Pero si, como en los casos antes citados, dichas ofertas existen y son jugosas, entonces que se marche con viento fresco pues Roma no paga traidores…ni chantajistas.
Sería desde luego una medida ciertamente higiénica y saludable. Y sobre todo ejemplificadora, para que él y los que piensen hacer lo mismo próximamente, aprendan de una vez y para siempre que nadie, ni siquiera él por muy capitán y muy lenguaraz que se sea, está por encima de este club. Nadie. 

martes, 14 de julio de 2015

Nueva bajada de pantalones de Florentino Pérez


El presidente madridista ha vuelto a dejar que al club le marquen la agenda los periodistas,al realizar un seudohomenaje a Iker Casillas,cuando éste lo rechazó por activa y por pasiva.

¡Qué pantomima de homenaje se realizó a Iker Casillas ayer en el Santiago Bernabéu! Cuando el ya ex jugador madridista se había despedido en soledad,tal y como él mismo solicitó,el torrente de periodistas criticando al Real Madrid,pese a reconocer con su habitual cinismo que Iker no quería marcharse de otro modo,provocó tal sarpullido a un Florentino Pérez tan alérgico a la imagen y al qué dirán,que tuvo que bajarse los pantalones y organizar ayer lunes un homenaje que la propia prensa ha tildado,con razón,de falso.Más munición para los antimadridistas.Qué le costaría al presidente blanco mantenerse firme y dejar el homenaje a Casillas para el Trofeo Santiago Bernabéu,como él mismo había señalado...

Florentino, tan hábil a la hora de manejar negocios y tramitar cual Maquiavelo el definitivo hundimiento de Casillas (su imposición de la titularidad para dejarle en ridículo y el anuncio de la llegada de De Gea han dejado sin armas a sus más acérrimos defensores, parapetados tras la pluma y el ordenador), es sin embargo un desastre a la hora de realizar comparecencias públicas: sus habituales desmentidos a la hora de ratificar en sus cargos a Mourinho y Ancelotti son en realidad anuncios claros de su no continuidad al final de la temporada en curso, y el montaje de ayer sólo sirvió para que los habituales antimadridistas volvieran a jalear a Casillas y atacar al club. Además, Florentino tuvo el pésimo detalle de afear los pitos al portero, convirtiendo el homenaje en una forma de enfrentarse a un sector de la afición que piensa en realidad lo mismo que él, y de destacar su admiración hacia alguien al que todo el mundo sabe que no admira. Mayor ridículo no cabe.

Provoca vergüenza ajena escuchar que Casillas haya sido el mejor portero de la historia madridista (sus últimos tres años bajo los tres palos merengues y los de la Selección Nacional son una vergüenza intolerable, llenos de pifias monumentales), y que sea un capitán que lo ha ganado todo. Concretamente, ha ganado 5 ligas en 16 temporadas, 10 títulos en 16 años si contamos las 3 Copas de Europa y 2 Copas del Rey que ha levantado. Unos promedios muy por debajo del habitual palmarés madridista, el período más negro de la historia del club en cuanto a títulos se refiere. Si es por dar, Casillas ha dado bien poco al Real Madrid, y sin embargo el club le ha dado todo. En lo individual, peor aún: un solo Zamora en 16 temporadas y un promedio de goles encajados de más de uno por encuentro. Pero los antimadridistas jalean sus componendas con el Barcelona para «salvar la Selección» [sic]; tanto es así que en semejante escarnio sólo faltaba Xavi Hernández para ilustrar a los allí presentes sobre los «valores» madridistas, como si fuera el anuncio de implantes dentales que últimamente protagoniza. Pero, desgraciadamente, estaba sacando lustre al césped de Qatar...

Un Casillas que se ha aferrado como si fuera Golum a «su contrato», pese a pedir expresamente salir, tal y como dijo Florentino, y al que el Real Madrid le tendrá que completar el sueldo en una operación en la que ganará más dinero del que tendría de seguir dos años más. Bertín Osborne, que se supone hombre de negocios, fue incapaz de percibir, entre sus palos al «iluminado» Mourinho (ciertamente, a muchos les acabó abriendo los ojos y les hizo ver la luz sobre qué clase de sujeto es el «milagroso portero»), que si un profesional decide abandonar una empresa, la cláusula de rescisión no es una suerte de cadena de esclavo, sino una justa indemnización, pactada para cubrir el perjuicio que supone a la entidad tener que prescindir anticipadamente de los servicios del jugador. En este caso, el Real Madrid no sólo renuncia a cualquier tipo de indemnización, que ningún equipo del mundo estaría dispuesto a pagar, sino que le tiene que completar la ficha. Ya está bien de tanto apelar al «madridismo» de personajes como Raúl, Guti o Casillas, que en su salida voluntaria no perdonaron un euro pese a estar claramente cuesta abajo en lo deportivo; los jugadores son ante todo profesionales, se deben al club que les paga, y su obligación es trabajar para él y cobrar hasta el último día dedicado a la empresa, como por cierto hicieron Zidane y Mourinho, no arrastrarse por unas perras cuando saben que están acabados y nadie igualará lo que les pagan en el Madrid.

Una vez enterrado por fin el caso Casillas, sólo cabe esperar que el Real Madrid se convierta en un club normal, donde sea el cuerpo técnico quien decida los fichajes y el presidente valore la viabilidad económica de las operaciones. Todo sea por dejar de llenar el primer equipo de medias puntas...

Estos últimos días


Hubo un día en el que todos quisimos ser Casillas. Y como los amores que duelen y las lealtades que se olvidan, esos días acabaron.

Íker Casillas surgió en unos tiempos en los que el romanticismo postadolescente aún era posible en el Real Madrid. Quince años después, el niño de instituto que se convirtió en semidiós y cayó presa de sus pecados mortales, abandona el club de su vida después de una sucesión de hechos tan bochornosa como inevitable. Hace ya mucho que el portero dejó de ejercer como futbolista para convertirse en figura central de una guerra en la que él decidió alistarse en el bando equivocado, al amparo de los amigos de halago fácil y palmadita rastrera.

Mirando a sus primeros días, es imposible concebir el fenómeno Casillas sin su galería de villanos. Un héroe se define por sus enemigos, y en el caso de Íker apenas existieron los días sin una batalla abierta ni una figura maquiavélica que atentase no contra un hombre, sino contra alguien que trascendió en icono de la campechanía y el yernismo cuando aún no tenía edad para beber cerveza. Probablemente ahí se sembraron las primeras semillas de la traición propia y ajena. Mirando al principio, era fácil imaginar el final.

César, Raúl, Hierro, Florentino, Capello, Diego López o Mourinho. Daban igual el momento y las circunstancias, los siempre serviciales esbirros casillistas siempre encontraron una buena excusa para situar a un personaje maligno en el punto de mira del madridismo, y de España, y de cualquiera que considerase la humildad como el paradigma de la virtud.   Normalmente, esto de coleccionar enemigos poderosos hubiera sido un problema de no haber mediado una circunstancia indudable: Casillas fue un portero de una habilidad y un oportunismo sin parangón. Quizá no hubo en la primera década del siglo un jugador con su capacidad para decidir partidos de esmoquin y pajarita, ni con el signo de la suerte tan claramente alineado a su favor. En una época de porteros hijos de la ortodoxia, donde la apolínea figura de los Illgner o Schmeichel antecedió a la frialdad cibernética de Kahn o Buffon, el mostoleño también supo sacar partido de su imagen achaparrada, tan característica del ciudadano de a pie y tan alejada de la moda imperante. Salir bien por alto y mandar en el área no fue necesario mientras el talento innato para el uno contra uno y unos reflejos casi sobrenaturales aún no habían sido sepultados por la falta de entrenamiento, la autocomplacencia y el halago lastimero. 

Pero Casillas no supo ni quiso escuchar. Tan solo ver lo que le interesaba, o lo que le decían que tenía que interesarle. A esas alturas de la película era imposible discernir donde acababa Casillas y dónde empezaba la marioneta, el arma arrojadiza, el pelele. Al tiempo que el proteccionismo enfermizo del gremio amiguístico crecía, sus relaciones familiares y con otros miembros del equipo se tornaban complicadas, cuando no inexistentes. Nada era casualidad. Íker, alejado ya de todo lo que olía a Real Madrid, tornaba es un personaje desquiciado y profundamente egoísta, dentro y fuera del campo. Aún así, la bomba no explotó hasta que un día, simplemente, Casillas dejó de parar. Y donde otro jugador podría haber sido útil por hombría o haberse hecho fuerte como eje modulador de un vestuario siempre complejo, Íker eligió rendirse a su ego, ese que quizá siempre admiró en todos aquellos enemigos a los que su entorno protector acusaba de justo aquello en lo que hacía mucho que se había convertido. Un jugador decadente hubiese sido respetado y hasta honrado, porque la naturaleza humana tiende a encumbrar la debilidad procedente de la erosión del tiempo, pero nunca de la miseria de las emociones y la bajeza del espíritu. El Madrid paga, y muy bien, a sus futbolistas; pero el Madrid no paga a traidores.

Y se marchó. Solo. Alejado de aquellos que siempre creyeron en él, en una última mano salvadora, en una estirada milagrosa digna de personaje de cómic, porque los superhéroes se equivocan pero siempre rectifican sus errores. Probablemente abochornado por la gestión de su adiós final, si es que aún es capaz de sentir vergüenza. Rodeado de aquellos a los que vendió su alma, no de los que se la entregaron; vitoreado por quinceañeras que le olvidarán con la próxima Super Pop, por abuelas que pasarán el disgusto consumiendo con fervor la programación de Telecinco y por los periodistas que cavaron su tumba personal y deportiva, mientras que los que un día se encomendaron a un niño del instituto que llegó a ser portero de la institución deportiva más grande de todos los tiempos le daban la espalda presos del hastío y la decepción. 

Porque te tuve aprecio sincero, y porque me emocionaste, no voy a desearte suerte. Porque te aplaudí con fervor, y porque te admiré con ojos de niño y me decepcionaste cuando ya era un hombre. Porque nunca esperé de ti que fueras eterno, pero sí que supieras terminar con dignidad. Porque no hay mayor desgracia que morir en vida a ojos de los que te quisieron, como mueren los amores que dejan de doler y las lealtades capaces de quebrar el alma cuando se descubre que dejaron de ser verdaderas. Porque el peor castigo, y la mayor penitencia, será que nadie te recuerde una vez pasados estos últimos días.

Casillas ha muerto, larga vida al Real Madrid.

lunes, 13 de julio de 2015

La batalla continúa


Lo hemos conseguido, Iker Casillas ya no es jugador del Real Madrid, algunos echarán la culpa a Florentino por “montar una campaña contra mi hijo desde 2010” como dicen sus progenitores en la demencial entrevista para el suplemento Crónica de El Mundo, para otros la culpa será de Mourinho que un día tuvo la brillante ocurrencia de sentar en el banquillo a la leyenda que dio un Mundial a la Selección Española, y por eso, debe ser titular en el Real Madrid hasta que reciba la pensión de jubilación. 

Sin embargo en mi opinión, la mayor contribución para ver a Casillas fuera del Real Madrid la hemos puesto nosotros, yo que escribo este artículo y tú que lo lees, los que empleamos nuestro tiempo libre en hacer y en escuchar podcast madridistas, para contar lo que la prensa no le interesa contar como ese único Zamora que ha ganado Casillas en tantos años en nuestro equipo, y por supuesto, ese bar de borrachos que ha creado Trending Topic en twitter que manifestaban nuestro descontento con Casillas y los palmeros que siempre ha tenido a su servicio, y que acabó llevando esta guerra al Bernabéu, hasta que el ejemplar capitán decidió mandar a sus críticos “a tomar por culo” dejando en evidencia sus miserias y su escaso respeto a quien no le baila el agua.

El sábado por la noche llegamos a la meta y se hizo oficial la marcha de Casillas al Oporto después de varios años de lucha entre la manera de entender el madridismo con el que muchos nos identificamos diariamente, ese que no interpone ningún interés de nada ni de nadie por encima del escudo, y que desgraciadamente los últimos capitanes han olvidado con excesiva frecuencia montando vergonzosas campañas mediáticas contra sus competidores en el puesto, dejando muchos cadáveres a su espalda como Owen, Ronaldo Nazario o Robben en el caso de Raúl o Adán, César o Diego López en el caso de Casillas, todos ellos tuvieron que aguantar presiones mediáticas y “sanbenitos” malintencionados por los periodistas de cámara de los capitanes.

Pero la guerra no acaba aquí, siempre seguirá habiendo periodistas que quieran hacer y deshacer en el Real Madrid sean quien sean los jugadores, entrenadores o directiva, pues el problema no es que el periodistas desee meter las narices porque eso es propio de su oficio, sino que el problema es que haya quien les haga el juego desde dentro anteponiendo sus intereses personales a los del equipo que le paga, porque no nos engañemos en clubes de dimensiones tan enormes como el Real Madrid filtra hasta el apuntador desde tiempos inmemoriales, lo que no quita que lo de Casillas haya rebasado los límites de la decencia desde hace bastante tiempo, y filtraciones para enmierdar el ambiente, hubo, hay y las habrá siempre independientemente del nombre de los jugadores, entrenador o directivos de turno. 

Precisamente, para eso estamos nosotros, para denunciar a quienes anteponen sus intereses personales del club, para desenmascarar a quienes presumen y dan lecciones de madridismo pero que luego piden el oro y el moro para quedarse o amenazan con irse, porque ninguno de los jugadores (salvo honrosas excepciones como Nacho o Arbeloa) es madridista de corazón como nosotros, de esos que los días que el equipo pierde el cabreo no nos lo quita nadie.

Ellos son profesionales que miran por sus intereses y utilizan a sus amigos periodistas para defenderlos a cambio de desvelar interioridades del vestuario, por eso los madridistas de bien debemos ser la voz discordante que ponga el grito en el cielo cuando tal o cual jugador incurra en excesos, relegando al Real Madrid a lo último y si pide salir adelante porque como ya dijo el ídolo Pirata Granero recientemente “la lealtad tiene un corazón tranquilo y es incuestionable. Pisa fuerte por el lugar por donde huyeron los traidores”. 

Ver fuera del club a Casillas tan sólo es la primera estación de un largo camino de defensa incondicional de nuestro equipo, ojalá lo recorramos unidos con el único objetivo de proteger y luchar por el Real Madrid auténtico que construyeron don Santiago Bernabéu y  don Alfredo Di Stéfano. Ojalá ese camino lo recorramos juntos durante mucho tiempo.

Lágrimas


Cuando termine la primera temporada de fútbol sin Casillas en el Real Madrid,  los lamentos y reproches de las plañideras no terminaran. Seguirán ahí, al igual que en este día en el que hasta los padres del portero han hablado mal del Club. Estarán esperandode nuevo a hacer sangre con otra marcha, con un fichaje, o con cualquier excusa que se ponga a tiro. El día en el que han tenido a bien explicarnos la desmemoria y la maldad de los desagradecidos que no entienden el drama de hacerte mayor en un vestuario dirigido por un sultán poderoso y despiadado, constatamos que muchos madridistas somos unos carroñeros sin piedad ante el drama de un pobre chico de Móstoles que tiene que irse habiéndolo dado todo por el club. Los éticos opinadores de la trayectoria, brillante sin duda, del portero despreciado, enseñaran de nuevo la patita de su odio hacía el Madrid. 

Acostumbrados estamos. 

La gloria de un jugador de futbol es directamente proporcional al dinero que gana por trabajar durante unas horas diarias en un entrenamiento, las charlas y consejos de sus técnicos y dos horas de tensión semanales, cuatro a lo sumo.  A cambio de tan extenuante labor,  esos dioses de ventipocosaños ganan en un mes lo que un profesional cualificado en toda su vida. Bien es cierto que la bicoca dura unos diez años… ¡pero que diez años, primo! Son tan impresionantes esos dos lustros que muchos se matan para lograrlo. 

No es solo dinero… es éxito, fama, publicidad, un sinfín de gabelas...lo que quieras, como quieras y donde quieras. Para algo se ha establecido que los dioses del mundo moderno solo tienen que coger unas botas con tacos y ponerse a trabajar una técnica y una actividad física. Ya sé que es un don y es muy difícil pero si entras en ese universo puedes considerante tocado por el dedo de lo irreal: Un dios. Una vez me enseñaron una fotografía de la casa donde nació en Funchal, un tal Cristiano Ronaldo. El drama de su madre viuda, de un hermano víctima de las drogas, el sacrificio del muchacho que con solo 12 años se tuvo que ir de su casa. ¿Es que acaso la vida de los héroes es fácil? Hasta la consagración en dios moderno las penalidades y las fatigas a título de inventario pueden ser muchas. Saborear el final de la historia es hermoso y compensa. Ya lo creo que sí. 

Iker Casillas, 25 años en el Real Madrid, ese malvado club en el que ha ganado más de 300 millones de euros,  se ha marchado llorando.Lágrimas sinceras y de pena, he leído.  A todos se nos ha puesto un nudo en la boca del estómago porque no sabíamos que los dioses se afligían tanto. Dioses con padres mortales que no se hablan con el chico pero que han cobrado al hijo que adoran 5 millones de euros, más 9.300 al mes durante 15 años y unos cuantos inmuebles. Parece ser que se llevan mal con la mujer.  Me quedo sin palabras ante la osadía de los mediocres, de los ignorantes y de los desagradecidos. De los aman cobrando. Los hijos se parecen tanto a sus padres…

A este hombre que se ha ido del Madrid  y que fue un magnífico portero, probablemente el más grande de la historia de España solo le deseo que tenga mucha suerte, que siga ganando mucho dinero y que llegue el día que pueda volver a cenar a casa de sus padres por Navidad, ya sin rencores, sin odios y que todos juntos hagan recuento familiar de la suerte que tuvieron en la vida. Espero también que tengan un agradecimiento al club que pagamos los madridistas y que hizo posible que ellos, todos ellos fueran ricos, muy ricos. 

domingo, 12 de julio de 2015

Ahora no lloréis


Llegó ese día, el día en el que un emblema eterno escribía con lágrimas su última página en la historia del Real Madrid. 

Diseccionar algo así resulta tan complicado como entender un Madrid sin Iker Casillas. Hoy el llanto del madridista ha retumbado por el mundo, ya que el recuerdo de aquella época del portero único y decisivo será imborrable para cualquier amante de este deporte. Recordar lo bueno es un ejercicio que premia lo que Iker ha dado por el club pero el oro a veces también puede oxidarse.

Sin pasar por alto la injusta soledad que ha vivido el portero en su despedida (creo que Florentino pasará tiempo con su conciencia atormentada) creo que no se debe llorar cuando el resultado se convierte en beneficio deportivo.

Hace tiempo escuché una gran frase perfectamente aplicable a este caso "Lo importante es el barco, no la tripulación". El reconocimiento a Casillas es tan necesario como criticar aquello que perjudicó al club y por encima de todo a él mismo. 

Que nadie se avergüence por no llorar. Yo no lloraría porque mi criterio personal me lo impediría, no pretendo ser sectario ni hacer ver a nadie que pertenezco a ese lobby tan recurrente por los procasillistas como es la famosa 'Yihad mourinhista'. Simplemente quiero compartir un prisma que confluye con cierta corriente.

Nadie debe dudar en rendir homenaje y pleitesía a aquel Casillas que se olvidaba de su ego y se dedicaba a ganar partidos o por lo menos a provocar que no se perdieran. 

Es cierto que no es justo resumir un trayectoria por 3 años, ni valorar una carrera solo por lo malo, aunque desgraciadamente pese más, pero si es verdad que una buena persona que solo mienta una vez en su vida no podrá dejar de ser un mentiroso.

La llegada de Mou quizás fuera el principio del fin. No gustó en su momento al portero que nadie modificara su rol acomodado en la portería. No soportó la exigencia y jamás supo acatar ordenes de alguien que mandaba más que él.

Independientemente de la valorable relación personal entre ambos y que constituyó el detonante del cisma, quizás podríamos aceptar que en las empresas mandan los jefes y en un equipo de fútbol el entrenador. Casillas ya no era el mejor y en el Madrid deben jugar los mejores, su suplencia dio origen en su interior a un cúmulo de malos deseos e hizo crecer de una manera tan pronunciada un ego que le llevo a pensar que su trabajo estaba fuera del campo y no dentro.

Permitió que sus intereses estuvieran por encima de los del equipo y actuó con indiferencia a pesar de ser conocedor de los perjuicios que podían suscitar. Su amistad estaba en la prensa y no en el balón. 

Su peso deportivo decreció mientras crecía su peso social con el único objetivo de acabar con Mou, el que pensaba como su verdugo. Sus labores de capitán se desvirtuaron tanto como él, sin ejercer como tal.

Por encima de aquella llamada a Xavi, de las famosas filtraciones que todos hacen o de las afrentas con su jefe, Casillas no mejoró su rendimiento y Ancelotti a su llegada constato que Mou no estaba loco, que sin estar enfadado con nadie consideraba que no era el mejor.

Después de Mou, Casillas ha estado lastrado por algo tan simple como innegable, el final de su carrera. La edad y el físico no hacen prisioneros.

El fin definitivo se firmó en Lisboa cuando se vio que su nivel pudo dejar sin la décima al equipo y después cuando en el ojo del huracán, quizás a veces de manera injusta, cada partido era una odisea para él y una continua temblequera cada vez que el balón volaba por el aire.

Lo dije hace mucho, el fútbol es presente, el pasado es para las leyendas y hace varios años casillas es pasado, como ahora.

El Madrid debe tener al mejor en cada puesto y Casillas ya había perdido la corona del mundo hace tiempo, incluso la de la propia liga española.

En este final se han contado muchas versiones y la única verdad incontestable es que Casillas va a ganar más dinero que si se quedara y que el Madrid va a pagar a un jugador que puede enfrentarse a él en la próxima Champions. El Oporto no ha pagado traspaso y Casillas cobrará su contrato, como es lícito.

En definitiva, yo no lloraría, ni aludiría a la selección para engrandecer su marcha. Simplemente criticaría su despedida solitaria, agradecería los momentos de fútbol que ha dado y de manera obligada recordaría que un día fue el mejor y que su marcha es tan acertada como tardía. 

Suerte Iker, tu caminarás y el Madrid también

De Pascuas a Ramos


Ahora que parece que Iker Casillas por fin hallará paz para culminar su decadencia futbolística lejos del Bernabeu, Sergio Ramos se perfila como el nuevo cáncer del Real Madrid.

Tras muchas tribulaciones y rezos al Altísimo, parece que Iker Casillas ha encontrado una oferta a la altura de sus expectativas,  proveniente del Oporto de Julen Lopetegui, con lo que el otrora indiscutible guardameta, tras haber quedado definitivamente en ridículo siendo protagonista principal de una nefasta temporada madridista por obra y gracia de Carlo Ancelotti, y tras anunciarse el inminente fichaje del portero De Gea, «el futuro de La Roja», según los periodistas adictos al régimen de 1978, ya prácticamente no tiene a nadie que exponga sus méritos a la titularidad vitalicia en la portería madridista y se considera segura su salida del Real Madrid. No obstante, la prensa deportiva ha realizado su enésima exhibición de cinismo al afirmar que Andrea Pirlo, el excelso centrocampista italiano que acompañará en Estados Unidos al máximo goleador español de siempre, David Villa, ha sabido retirarse a tiempo, sin que esos mismos plumillas sean capaces de ver en Casillas la antítesis de Pirlo: un portero que lleva tres temporadas arrastrándose, siendo una rémora bajo los tres palos del Real Madrid y la Selección Española...

Terminado aparentemente el caso Casillas, el testigo lo recoge Sergio Ramos, el hombre que marcó el gol de la Final de Lisboa y que abrió el camino a la ansiada Décima Copa de Europa y, «por todo lo que nos ha dado», merece una mejora de su contrato. Es irrelevante que la temporada madridista haya sido un fracaso mayúsculo, o que el defensa central haya mostrado su declive futbolístico tanto en su club como en la moribunda Roja donde ya no se salva nadie: su hermano y a la sazón agente del jugador se ha puesto en contacto con varios clubes extranjeros, entre ellos el Manchester United, que ha aprovechado para mezclar el caso Ramos con la salida de De Gea y torpedear así al «club de sus amores». 

Ramos se hace asimismo el ofendido, afirmando que desde el Real Madrid se le ha tildado de «pesetero» (algo que no sería inexacto en el caso de haberse proferido desde los estamentos merengues), y anuncia a los cuatro vientos estar dispuesto a irse pese a que le mejoren el contrato. Posibilidad improbable a día de hoy (ningún club, ni siquiera el adinerado Manchester, pagará los 90 millones de euros que cuesta un defensa central que roza la treintena), y que parece anunciar un nuevo culebrón blanco para los años venideros, de esos que parecen surgir de Pascuas a Ramos pero que siempre están latentes, una vez que Casillas ya no cae en gracia como antes...

Artículo publicado en el blog de J.M. Rodríguez Pardo.

viernes, 10 de julio de 2015

Iker Casillas, ¡qué pena!


Iker Casillas se va del Club, del Real Madrid. Y yo siento una profunda pena.

¿Una pena? Sí, lo que leéis. Os lo explico:

- Una pena porque él dejó hace mucho tiempo de ser competitivo, de ser un líder, de ser un Capitán.

- Una pena porque se rodeó de palmeros y pseudoperiodistas que le han hecho mucho más daño que ayuda.

- Una pena porque has demostrado tener un apego al dinero con muy poca clase, siendo multimillonario. Ese mensaje tantas veces escuchado y filtrado por tus amiguitos periodistas de "si me voy será cobrando hasta el último euro de su contrato" duele y genera situaciones negativas para ti.

- Una pena porque no has sabido entender que con los años pierdes facultades y avanza la edad (y más en la alta competición) y eso se suple con trabajo, MUCHO trabajo. Si no entiendes lo que digo tienes muy cerca a una persona en el Club que te lo puede explicar muy clarito: FELIPE REYES. No puedes salir en una entrevista con Iñaki Gabilondo y decir tan pancho que "tengo un físico privilegiado y NO me hace falta entrenar en el gimnasio" eso, amigo, es un insulto en toda regla al sentido común y al deporte de élite en general. Un deportista no siempre pasa por buenos momentos y cuando llegan los malos momentos hay que dar un cambio, darlo todo. A lo mejor el equivocado soy yo y de pequeño te bañaron en Kryptonita y oye, es cierto que no lo necesitas, pero lo dudo.

- Una pena porque defendiste mas a tus compañeros del Barça que a los tuyos. El Real Madrid primero, SIEMPRE.


- Una pena porque casi nunca has sido un verdadero CAPITÁN.

- Una pena porque sobre todo hay una cosa que no te has dado cuenta: TODOS hemos sido Casillistas y no te has parado a pensar qué estabas haciendo tan mal para que mucha gente incluso te llegue a odiar. Yo no, pero me has decepcionado muchísimo.


- Una pena porque has visto cómo se ha dividido el madridismo y no has zanjado el asunto ni como capitán ni como deportista. Un Bernabéu cada día más dividido, con mas pitos (que yo censuro pues al campo se va a animar, punto) y desunión que nunca.

- Una pena que no sigas levantando títulos en los que seas también decisivo y participe, bien sabes que la Décima llegó de absoluto milagro ante un autogol tuyo (porque esa "salida" solo puede denominarse autogol) que denota una falta de atención, ritmo y profesionalidad absoluto. ¡Qué lejos aquella Novena donde si que fuiste realmente decisivo!.

¡¿Y te vas, al Oporto?! ¿Esa es tu manera de acabar tu carrera tras 16 años en el 1er equipo y 25 en el Club? Lo siento pero me parece lamentable. ¿y luego el Real Madrid, el Club de tu vida te tiene que pagar (como no, aquí pagamos por todo, por traer, por despedir, por respirar…) unos 18 millones de euros por esos dos años?.


¿No te has parado a pensar que habrá un mañana?. Que cuando te retires querrás estar en el Real Madrid en algún cargo. ¿Te has preguntado como te va a recibir la gente ? Yo sé que con el tiempo volverás, la vida es muy larga. Mucha gente te lo echará en cara. Hay que saber decir ADIÓS.

Una pena porque podías haber acabado aquí tu carrera, querido y aclamado como otros compañeros: Totti, Gerrard, tu admirado y queridísimo Xavi...

Así que te vas, y muchos como yo no lo lamentamos, otros lo celebran y otros lo lamentan. Así que si, UNA PENA.

Atrás dejas muchos títulos levantados, todos, un privilegio para cualquier mortal pero tú en vez de seguir honrando la mejor camiseta del mundo decidiste abandonarte, de ser competitivo. Te rendiste. Y eso en Real Madrid se paga.

Buen viaje y ¿suerte? No sé, tu mismo. Desde luego, a mi, ya me da igual... y eso, amigo Iker, es la autentica pena.

Siempre serás parte de la historia del Real Madrid ya que te lo has ganado pero algún día tu hijo o hijos te preguntaran: Papá, ¿por qué no te retiraste en el Real Madrid? Y no estaré allí para verlo pero seguro que en tu cara aparecerá un sentimiento de PENA. La respuesta ya es cosa tuya, amigo.



Socio Compromisario RM