martes, 29 de diciembre de 2015

2015: Annus horribilis

El 2015 se marcha y lo hace dejando atrás uno de los peores y más abracadabrantes años de la historia reciente de nuestro club. 

No hace casi 12 meses cuando el Madridismo, desde el más “happy” hasta el más cenizo, convenía en el advenimiento de una nueva era en el fútbol, comandado por fin por el Real Madrid. Veníamos de un triunfal 2014, con la ansiada Décima bajo el brazo junto a una excepcional Copa del Rey ante nuestro eterno rival. 

Dos títulos que, por si fuera poco, vinieron aderezados con otras dos copas menores, como fueron la Supercopa de Europa, lograda en agosto, y el Mundialito de Clubes, logrado en diciembre.

A eso había que unirle un récord casi imposible de superar de 22 victorias consecutivas, un triunfo apabullante ante el Barça en nuestro estadio por 3-1 en octubre y con los culés sumidos en un auténtico marasmo institucional y deportivo.

De hecho, salvo el forúnculo en el que se convirtió el Atlético de Madrid (que nos ganó la Supercopa de España y nos ganó en casa en Liga a principios de septiembre), nadie podía discutir que el Real Madrid era un equipo casi imbatible, que practicaba un juego ciertamente primoroso, especialmente entre los meses de octubre y noviembre, hasta la grave lesión de Modric.

De 2014 al 2015: Del cielo al infierno en apenas unos meses

El caso es que cerrábamos 2014 a cinco puntos de nuestro eterno rival y con un partido menos por jugar y, como digo, la sensación de que 2015 se convertiría en nuestro gran año, donde se pondrían las bases del Real Madrid como nuevo dominador de fútbol mundial.

Sin embargo, en un ejercicio de disolución sin precedentes, el Real Madrid comenzó un proceso de desintegración, tanto desde el punto de vista deportivo como sobre todo institucional, que acabó dando al traste con aquel ilusionante proyecto y tiró por tierra todo el trabajo realizado.

Desde la vuelta de Navidades, como si los jugadores hubiesen sido abducidos, el equipo se desdibujó y comenzó a descomponerse de forma radical, haciendo casi irreconocibles a sus jugadores y el juego que, en principio había maravillado, comenzó a volverse ramplón y lamentable.  

Así, una sucesión de esperpentos futbolísticos como los vividos ante el Valencia, el Atlético de Madrid (con éstos por partida doble, en Liga donde nos golearon inmisericordemente y en Copa, donde vivimos una dolorosísima eliminación con Torres como estrella), Athletic de Bilbao, Schalke 04 o Juventus, dieron al traste con toda la temporada, a todos los niveles.


Pero lo peor fue la sensación de impotencia transmitida desde el banquillo. Ancelotti, que había claudicado sorprendentemente ante Iker Casillas, no fue capaz en ningún momento de transmitir firmeza ni alternativas desde el banquillo. 

Superado en todo momento por la crisis deportiva, Carletto se echó aún más en manos de un vestuario, podrido de egolatría y autocomplacencia y eso acabó por costarle la cabeza. Su “mano blanda” y su escasez de cintura a la hora de gestionar una plantilla, capitidisminuida además por una auténtica plaga de lesiones (el citado Modric, James, Ramos, etc.) que dejaron al descubierto un pésimo “fondo de armario” y una no menos pésima gestión en los fichajes.

Por si fuera poco, en paralelo, el club se rompió en las gradas a raíz del divorcio, cada vez más evidente, entre la figura de su por entonces capitán, Iker Casillas, y una parte cada vez mayor de los aficionados. Una afición que, cada vez en mayor medida, cuestionaba en forma de pitos la presencia, absolutamente incomprensible, de un fardo, un bulto sospechoso bajo palos al que, sin embargo, la prensa del Régimen (y lo que es peor, parte de nuestra afició) seguía tratando como “leyenda”, “el mejor portero del Mundo” o “El Santo”. 

Aquellos pitos provocaron una fractura, total y sin ambages, entre la grada y el equipo, que se fue incrementando, trasladando su ira a otros jugadores del club como Bale, Cristiano Ronaldo o Benzema y el propio Ancelotti. 

Pitos que rompieron la relación entre la grada y parte de la plantilla, que hacían de cada partido en casa un infierno y que acabaron con gestos de rabia como el patadón del galés a un banderín de córner en el Bernabéu en un partido contra el Levante mientras corría tapándose las orejas, o el famoso “fóda-se” de CR7 a la grada, que dio para semanas de tertulia barriobajera por parte de programas de radio y TV.


Sin embargo, el colmo del esperpento al que llegó nuestra “sabia afición” se produjo en el partido de vuelta de la semifinal de Champions ante la Juve, con el equipo con pie y medio fuera de la gran Final. 

Además de los aplausos Morata, nuestro verdugo, lo peor vino cuando, a falta de 12 minutos para la finalización del partido y con 1-1 en el marcador, el italiano Pirlo era despedido entre ovaciones mientras éste se marchaba con paso cansino y satisfecho, devolviendo a la grada del Bernabéu tan inesperada despedida.


Cambio de rumbo. Llega Benítez y el chantaje de Ramos

Con la temporada en blanco y, mientras nos lamíamos las heridas del triplete culé, el mes de mayo nos dejaba la contratación de Rafael Benítez, la antítesis de Ancelotti y el que se esperaba iba a devolver la mano dura y el orden y el rigor táctico que había abandonado el defenestrado técnico italiano.

Entre medias, tuvimos que asistir a uno de los episodios más absurdos y denigrantes que recuerdo, vivido en la persona de Sergio Ramos y su absurda e inexplicable renovación –junto a la de Marcelo- hasta 2020, tras unos meses de junio y julio de chantajes insoportables al club por parte del camero. Un error que, como veremos después, puede ser histórico y traer desastrosas consecuencias.


Sin embargo, en una campaña de acoso y derribo, sólo comparable a la sufrida por José Mourinho en sus años en Madrid, a Benítez se le atizó sin piedad. Pero no sólo desde los medios sino, sorprendentemente, por parte de la propia afición blanca, que ni siquiera quiso darle los 100 días de gracia a los que hasta los políticos más corruptos tienen derecho.

La prensa, de la mano del Piperío más rancio (que tanto monta) no han perdonado al técnico madrileño ni un error, a pesar de ir líderes, con un espectacular ratio de goles a favor y en contra que nadie recordaba desde hacía años.

Pero, contrariamente a lo esperado,  el equipo, a pesar de que había venido mostrando una solidez defensiva importante, de la mano de un Keylor Navas espectacular, traducida en varios partidos consecutivos sin encajar un gol, se volvió a venir abajo, como había ocurrido meses atrás con el propio Ancelotti. La diferencia está en el tiempo en el que dicha descomposición se produjo en tiempo récord.

En apenas tres meses, esa solidez y ese empaque defensivo, acuciado por una plaga de lesiones similar a la vivida la pasada temporada (Varane, James, Bale, Kovacic…hasta Navas) se deshizo como un azucarillo en cuanto llegaron los rivales más fuertes.

Una victoria rácana y con mucha fortuna ante el PSG en Champions, junto a la dolorosa derrota ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán fueron el prólogo del desastre infame vivido ante el Barça y ese difícilmente olvidable 0-4, con la gente vuelta hacia el palco pidiendo la cabeza de Florentino Pérez. Pero aquello no fue lo último ya que, a pesar de una balsámica goleada al Malmö, le siguió una derrota vergonzante ante el Villarreal.


Aun así y, como dice ese enunciado de la Ley de Murphy, siempre se puede estar peor. Por eso, el año tuvo un digno colofón, como fue el desagradable show vivido ante el Rayo, donde ni siquiera un escandaloso 10-2 a favor, acalló las críticas y la afición volvió a mostrar su descontento, pero a diferencia de unos meses atrás, lo hizo contra todo y contra todos.

¿Quién es el culpable? 

Esta es, desde luego, la pregunta del millón y la que todo madridista se ha planteado este año, especialmente viendo cómo dejamos 2014 y cómo retomamos 2015, con apenas unos días de diferencia.

En mi modesta opinión, a esta situación de degradación se ha llegado por varios factores. El primero y más importante está en el lado de los jugadores. 

Una plantilla ciertamente acomodaticia, sin hambre y sin ilusión por ganar, que vio cómo el 2014, tras la conquista de la ansiada Décima y el verse con la escarapela FIFA de campeones del mundo en el pecho, hizo que se dejaran ir en todos los aspectos.


Su alarmante falta de competitividad en los momentos importantes, su desidia, su dejadez y esa sensación de dar por ganados los partidos sólo por el nombre, nos ha llevado a vivir auténticos bochornos, tanto con Ancelotti como con Benítez.  Y siempre con la misma excusa presentada por los capitanes, cada vez más indignos, de la plantilla. 

“Nos ha faltado intensidad”, “Pensábamos que con el 1-1 estaba ya todo hecho” o “Nos faltó ambición”, son los mantras que tanto Ramos, como Pepe e incluso Marcelo han dicho una y otra vez después de cada desastre.

Jugadores que, pese a ser de los mejores pagados del planeta –algunos como Ramos o Marcelo, con renovaciones milmillonarias e inexplicables– no han dado la talla en los momentos adecuados y con jugadores como CR7, Benzema o Bale, que han fallado lo infallable cuando más falta hizo su aportación. 

Y no puede ser cuestión del entrenador puesto que esta falta de actitud e indolencia ya endémica fue denunciada por José Mourinho en septiembre de 2012 y se ha podido ver con Ancelotti pero también hemos visto con Benítez. 

La gente, que ahora añora al italiano, parece olvidar que con él se dejó escapar una Liga que teníamos al alcance de nuestras manos y asistimos a espectáculos lamentables como el de la vuelta ante el Schalke 04, Atlético de Madrid, Barcelona o Juventus, por citar sólo unos pocos ejemplos de este año.

Sin embargo, la cosa tiene mal arreglo porque el club, y más concretamente, su presidente –que no puede irse de rositas de esta situación– lejos de limpiar ese vestuario, corrompido hasta el tuétano, le ha hecho más fuerte. 

Florentino Pérez, que actuó con mano firme ante chantajes similares al mostrado por Ramos en su renovación, traspasando a chantajistas como Higuaín, Özil o Di María, sorprendentemente se bajó los pantalones ante las exigencias del central sevillano, que recordemos eran de 10 millones de euros netos por año.

En un arranque de cobardía sin límites, no quiso o no pudo entender la gravedad de la situación y, sin duda, temeroso de que la grada, de la mano del a Prensa, se volviese contra él, habida cuenta que ese mismo verano ya se había deshecho de Casillas, cedió al chantaje de Ramos. 

Y, de paso, renovó a Marcelo (casualmente representado por el mismo representante que el camero, su hermano René) hasta nada menos que 2020. Máxime cuando además ni uno ni otro, pero especialmente Ramos, habían hecho méritos para hacerse acreedores a una renovación como la que tuvieron.

Eso ha ensoberbecido aún más a una plantilla henchida de egolatría, que he hecho de la indolencia su leitmotiv su bandera, sabedora de que hagan lo que hagan, los culpables siempre serán otros y los castigados, también.

No puede ser que siendo como son muchos los integrantes de la plantilla que estaban con José Mourinho en 2012, sigan con mando en plaza (algunos hoy día con más poder en el club casi que el propio presidente) y las actuaciones continúen igual. A lo mejor –y sólo a lo mejor– resulta que el problema va a estar en la plantilla y no sólo en el banquillo.

Por último, no nos podemos olvidar del cuerpo técnico quien, en mayor medida, también ha sido culpable de este desbarajuste que ahora vivimos. Pero no por igual que la plantilla.

Incluso se puede decir que es mucho más culpable Ancelotti que Benítez, al que no se le ha dejado trabajar de ninguna manera. Un técnico al que se ha ninguneado de forma terrible desde que firmó su contrato y sus lágrimas de emoción por lograr su sueño de entrenar al equipo de su vida, fueron tomadas a coña por prensa y aficionados.

Ancelotti se plegó a los deseos del vestuario y la prueba la tuvimos en la forma de ceder ante la pretensión de poner a Casillas por parte del club (especialmente los pesos pesados del vestuario como Ramos) y la prensa. 

Aun a sabiendas de que aquel jugador no tenía el nivel mínimo exigible no ya para el Real Madrid sino de un equipo de Primera División, Ancelotti optó por poner contra viento y marea a Casillas (y sentarle sólo para protegerle de los pitos del Bernabéu). Una decisión que, visto lo visto, nos costó unos puntos que, a la postre, fueron decisivos para no ganar el título liguero y que, junto a la mala colocación de Ramos, nos costaron la eliminación de la Champions.

Por último, Benítez también tiene su parte alícuota de responsabilidad en el desastre. Pero insisto en que, en mi opinión, quizás sea el menos culpable de todo. En su debe, su falta de criterio a la hora de seleccionar sus equipos en determinados momentos y algunas decisiones, quizás demasiado conservadoraras. 

Ahora bien, en su haber, tengo que decir que siempre tuve la sensación de que hiciese lo que hiciese (especialmente tras aquel invento de la reunión previa al partido contra el Barça) estaría condenado. Por una cosa, poner su “once tipo” o la contraria, es decir, poner el “once de la Prensa”. 

2016: El año de la catarsis…o el desplome definitivo

La que se avecina no es fácil de prever. Lo que está claro en todo caso es que el 2016 ha de ser el año del cambio….o del hundimiento definitivo. Y no sólo porque la grada ya está apuntando a la plantilla como culpable sino porque también se está apuntando ya a la “Zona Noble” del club. 

Se pudo ver con el 0-4 ante el Barça, donde se pitó al equipo pero también se gritó masivamente “Florentino Dimisión” y Florentino Pérez, que ya dimitió en febrero 2006 por mimar a la plantilla, se está quedando sin parapetos y está cada vez más entredicho.


Las alternativas para una recuperación pasan indefectiblemente por la recuperación no sólo de la mano dura (algo que intentó traer Rafa Benítez sin éxito esta temporada) sino por algo más serio y, sin duda, difícil, como es recuperar las llaves del club que Florentino Pérez entregó en enero de 2013, cuando aceptó el chantaje de los capitanes del equipo (aquel infausto “presi, en junio o él o nosotros”) referido a Mourinho o la comentada renovación de Ramos y Marcelo.

Si eso no ocurre, que no haya ninguna duda que, de la misma forma que el ocaso de los Galácticos se llevó por delante a Florentino, el omnímodo poder de esta plantilla, mimada al calor de la Décima, se lo volverá a llevar. 

¿Por qué? Muy sencillo. Sin eso y  sin una limpieza a fondo y con salfumán de ese vestuario, no habrá entrenador que sea capaz de levantar esto.

Pero no porque yo lo diga sino porque la experiencia reciente, de la mano de algunos de los jugadores que años después aún siguen aquí, me lo dice. No valía Pellegrini, como tampoco valía Mourinho, Ancelotti o ahora Benítez. Lo siento, pero no me lo creo…

Repito que si siguen los mismos y en este plan, está claro que ni el mismo Dios hecho hombre que viniese a entrenar al equipo, nos sacará de este agujero. Entre otras cosas porque ningún entrenador (de prestigio o no) con dos dedos de luces y un mínimo apego a su currículum, osaría enfrentarse a ese avispero en el que se ha convertido ese vestuario ingobernable. 

Por eso sostengo que sólo cambios profundos en la primera plantilla, junto a la implantación de un estilo (el que sea) podrán revertir esta situación.

Pero estos cambios no sólo han de pasar por aquí sino también por la presidencia y el propio organigrama del club. ¿Hace falta un Director Deportivo? No lo creo. Lo hemos tenido (como lo tienen otros equipos) y eso no es sinónimo en absoluto de éxito, pero sí un replanteamiento urgente y profundo de la estructura general del club, a un más alto nivel.

Sí que hace falta un personaje que nos defienda de la campaña constante de acoso y derribo al que nos tiene sometida la prensa, por todas partes. Y antes los Comités, donde una y otra vez, somos sometidos a escarnio, mofa y befa y, lo que es peor, a denigrantes decisiones tan injustas como arbitrarias.  El caso más reciente, el recurso ante el TAD y la eliminación de la Copa del Rey, donde aun teniendo razón en la forma, nos han echado de dicha competición.

Para acabar, simplemente decir que pese a todo hay que estar confiados (“confiantes” que diría aquél) ya que si hay un equipo capaz de darle la vuelta a esta situación y levantarse, al menos a corto plazo, ése es el Real Madrid.

Y como muestra, un botón. Cómo nos veíamos nosotros hace un año y cómo se veía el Barça por estas fechas…y cómo acabó todo. Ya lo dijo Luis Aragonés, para el que las temporadas se jugaban las habichuelas en las 10 últimas jornadas, así que crucemos los dedos para que este 2016 sea mejor que el que dejamos felizmente atrás. 

¡Feliz Año a todos los lectores de Meritocracia Blanca!.

Demasiado Barça para un Madrid, que recupera viejos vicios


Victoria incontestable, mucho más clara de lo que indica el marcador final, del Barcelona en la pista del Real Madrid. Los hombres de Xavi Pascual dieron a los locales de su propia medicina y dominaron totalmente un partido jugado a marcador alto, y en el que los interiores culés,  mostraron todo su poderío ante un equipo blanco, que volvió a no defender y a presentar unos casi ridículos porcentajes en el tiro. Se rompe la racha triunfal en la ACB, y vuelven a surgir ciertas dudas en torno a la plantilla.

Desde el segundo uno de partido, el Barça salió con el cuchillo entre los dientes, como con ganas de demostrar algo, al equipo que le barrió la temporada anterior. 9-17 para los visitantes, que atacaban con soltura y aprovechaban su claro dominio en la zona. Solo Carroll pudo reactivar al Madrid, que al final del primer cuarto, solo perdía 23-25, a pesar de la superioridad que ya se intuía de su rival.

Pau Ribas y Samuels dominando a su antojo. Superando a sus defensores por físico y por calidad. Ni Carroll, ni Willy podían frenarles. La diferencia en el marcador, subía, pero no terminaba de reflejar, el dominio del partido por el bando blaugrana. Paupérrimo el Madrid en el tiro del dos, por momentos ridículo. Un triple de Navarro, en el último segundo del cuarto, dejo el resultado en 44-50 al descanso. Para nada reflejaba este tanteo, lo que se estaba viendo en la cancha.


Si en las últimos semanas, era tras el paso por los vestuarios, cuando el Madrid se conectaba en defensa y rompía el partido a su favor, en el tercer cuarto ocurrió justo lo mismo, pero a favor de su rival. El Barça sabía a que jugar, Tomic, Doellman y Samuels controlando la zona, Ribas y Satoransky el perímetro. Enfrente, un equipo sin ideas, sin alma, sin la más mínima intención de defender y al menos dificultar el triunfo de su máximo rival. A pesar de un tiempo muerto solicitado por Laso, no reaccionaron los suyos, y la diferencia no paró de crecer, 54-71. Tampoco probó nada nuevo el entrenador blanco, volvió a confiarse a las acciones casi siempre alocadas y demasiado individualistas de Llull, y a la garra de un Felipe Reyes, que hoy ha evidenciado, que ya no está para ser la referencia del equipo, contra rivales de tal enjundia. Paseo del Barça, que durante casi todo el cuarto jugó a placer. 58-74. Partido finiquitado antes del último parcial.

Buscó Laso un quinteto más guerrillero, a fin de reducir algo la diferencia y disimular el baño que le daba su oponente. N´dour, Nocioni, Taylor, y un Llull que se retiró en el primer minuto de juego, tras sufrir un pinchazo. La ventaja de los de Xavi Pascual rondaba los veinte puntos. Chacho y Taylor comandaron una tardía reacción, en la que el equipo se acordó de defender (alguna falta dura incluida), y que solo sirvió para maquillar el resultado final, que para nada refleja la enorme comodidad con la que el Barcelona se llevó el triunfo del Barclaycard Center.

Ni Laso, ni los jugadores saben explicar porque el equipo ha vuelto a olvidarse de trabajar en defensa. En ataque tampoco han ido mejor las cosas, y los porcentajes han sido pobrísimos. Como se preveía, el juego interior culé, se ha mostrado imparable, para un Madrid que vuelve a sembrar dudas, cuando se enfrenta a un rival de su mismo nivel. Con la Copa del Rey a la vuelta de la esquina, y con un infernal Top-16 por jugar, algunos jugadores deben subir su rendimiento y demostrar su verdadero nivel. K.C. Rivers no arreglará todos los problemas del equipo.


FICHA TÉCNICA:


MI PARTIDO 

EL JUGÓN

Pues siendo sinceros, y como medida excepcional, tras el partido que se han marcado los jugadores, ni me apetece, ni creo oportuno destacar a ninguno. Podríamos hablar de la correcta primera parte de CARROLL, en ataque, que no en defensa, donde se le ha visto el cartón frente a Ribas. O de los minutos finales de Taylor, si no tenemos en cuenta sus dos ridículos fallos bajo canasta………lo dicho, mal partido de todos. 


2+1

+ REYES, AYÓN y THOMPKINS, contra DOELLMAN, SAMUELS y TOMIC. 19 puntos y 14 rebotes para los tres madridistas, y 41 puntos y 12 rebotes para los culés. Doellman y Samuels no han fallado ni un solo tiro de dos. 

Al comienzo de la temporada, al analizar la plantilla del Barcelona, destacábamos que había fichado kilos y dureza en la zona, y eso que hoy, Lawal, apenas ha jugado minuto y medio. No ha hecho falta. En ningún momento del partido, los pívots del Madrid han podido con los del Barça, especialmente en la primera parte.

+ RIBAS Y SATORANSKY muy superiores a CHACHO RODRÍGUEZ y LLULL. Si dentro de la zona, la diferencia ha sido bestial a favor de los culés, en cuanto a los directores de juego, también ha sido más que evidente. Carroll no puede frenar, jamás, ni a Ribas ni a Satoransky, y Laso se ha empeñado en repetir esos emparejamientos. Chacho sigue con su tónica de la temporada, un partido bueno de cada tres que juega, abusando del bote en muchas acciones. Llull, voluntarioso como siempre, dejándose la piel en cada acción, pero pecando de querer ser el héroe con cada tiro, y con cada jugada. No juega sólo, y demasiadas veces se le olvida. 

+ EL BARÇA A REIVINDICARSE. Tras la desastrosa temporada pasada, se ha reforzado a conciencia, buscando más músculo y “mala leche”. Samuels ocupa mucho espacio en la zona, y además, no es nada torpe mirando al aro. Pau Ribas, es un fichaje de muchísimos quilates, capaz de jugar en tres posiciones distintas. A esto sumemos unos Doellman y Satoransky más enchufados que el curso anterior…………por si alguien lo dudaba, es el rival a batir y tienen ganas de venganza.


3 SEGUNDOS EN ZONA 


+ 51 % en tiros de dos, y 39% en tiros de tres. Hay que decir, que estos porcentajes los ha decorado el Madrid en los últimos minutos del partido, porque cuando de verdad se estaba decidiendo la suerte del choque, el equipo ha estado horroroso de cara al aro. Fallos inexplicables de tiros debajo del aro, incluso en el tiro libre se ha vuelto a flojear (un 68%). Definitivamente, hoy no tenían el día.



+ SIN DEFENSA. Enlazado con lo anterior, puedes tener un mal día de acierto en el tiro, tener el punto de mira desviado, pero la defensa es otra cosa. La defensa es ponerle ganas, intensidad, incluso acordarte de que puedes hacer falta, y eso hoy, no se ha hecho. Demasiadas bandejas de los jugadores del Barça, con los madridistas mirando y casi haciendo el pasillo. El equipo sabe que tiene que hacer, pero, o no han querido, o no han podido. 


+ ESOS DETALLITOS DE LASO... como castigar a Willy por su nula defensa sobre Samuels. Olvidarse de Thompkins en todo el último cuarto. Mantener a Ayón los últimos diez minutos del partido y no sacar a Doncic, a pesar de estar ya todo decidido. Lo dicho, esas decisiones de Laso, que jamás entenderé, y en las que en mi opinión, aplica una doble vara de medir que no soporto.  


TIROS LIBRES

+ DERROTAS CONTRA EQUIPOS DE NIVEL. En ACB contra Barça y Valencia. En Euroliga contra Khimki y Fenerbahce. Está claro que el Madrid no está dando el nivel contra equipos de un potencial parecido al suyo. Lo repito, viendo los rivales que tendremos en el Top-16, hay mucho que mejorar.

+ Lo mejor del partido, LA AFICIÓN. Lo ha destacado Laso en su valoración del choque, y es totalmente acertado. A pesar del dominio visitante, la afición jamás ha dejado de apoyar al equipo, incluso ha sido clave en esa estéril reacción del último cuarto. Un diez para ellos, y ya podrían aprender los que van al Santiago Bernabéu.


+ Quejas de JUAN CARLOS NAVARRO. Se ha quejado el capitán del Barça, de la dureza del Madrid al final del partido. Si, si, se queja Navarro, “el niño de los espasmos”, el máximo representante de esa Magia del Palau, que siempre acude al rescate cuando su equipo lo necesita, en forma de ayuda arbitral. Juan Carlos Navarro, el Xavi Hernández de la sección de basket culé.


SOBRE LA BOCINA  

Acaba con mal sabor de boca, Pablo Laso, la que ha sido a buen seguro, una de sus mejores semanas desde que es entrenador. Si hace unos días, se hacía oficial su más que merecida renovación por dos temporadas más, en los prolegómenos del partido contra el Barcelona, recibía el galardón que lo distingue como mejor entrenador de la temporada pasada.

Ni mucho menos soy de Laso, pero este equipo no podría tener un mejor entrenador. Y lo digo, tras una derrota ante el eterno rival.


Un par de imágenes del partido, cortesía del gran @josem_bgris:


miércoles, 23 de diciembre de 2015

JAS, el hundimiento


José Ángel Sánchez al que a partir de ahora llamaré JAS nació en Segovia en 1967, licenciado en Filosofía y Letras, terminó por entrar en SEGA, empresa de videojuegos. Sorprende, dado sus estudios. Bien pues en SEGA el caballero llegó en su apogeo y pasó de la sección marketing en 1992 cuando llegó a ocupar la dirección general de la multinacional japonesa en el Sur de Europa. Bien, todos sabemos que al año sacaron la Dreamcast y que fue un fracaso del cual no se han levantado todavía. Sorprende que a los pocos años de llegar se hundiera una empresa tan sólida. Pues algún genio, Florentino, se le ocurre fichar a este tio para llevar la dirección marketing del club en 2000.

Su gestión en lo económico es indudable, acuerdos lucrativos y una gran movilidad para poner al club en el Siglo XXI. ¿El problema? Poner a un contable a dirigir un club. Su primer gran error convencer a Florentino que fichara a Beckham por encima de Ronaldinho. Y si fuera poco, cuando dimitió Florentino fue ascendido a Director General del Real Madrid en 2006. En ese periodo se dedicó a ser el topo de Florentino en la junta de Calderón. ¿El premio? A la vuelta de Floren, se puso como número dos de su Amo.

Terminaremos este cuento diciendo que no hizo nada para el fichaje de Cristiano, que fue él quien contrató a Kaka pese a la lesión. Que fue él quien asesoraba a Florentino sobre cosas como “no es bueno tener suplentes de lujo”. Con la salida de Valdano ocupó totalmente la parcela deportiva ya oficialmente. Sorprende que el Real Madrid sea el único club donde no haya director deportivo o esa parcelita no la ocupe alguien del mundo del fútbol. Bien, no contento con hundir SEGA, va camino de hundir el Real Madrid.

Otro paseo en Santiago


Nueva victoria del Real Madrid, y ya van once seguidas en ACB, esta vez en la pista del Obradoiro, 63-79. En una cancha siempre complicada, los de Laso consiguieron un cómodo triunfo, más de lo esperado, con los mismos argumentos de sus últimas actuaciones, protagonismo del juego interior, y de una defensa, que volvió a marcar diferencias. El domingo, prueba de fuego contra el Barça.

Ya avisó Laso en la previa, que el equipo debía salir muy concentrado, si no quería llevarse un disgusto, y sus jugadores bien que le hicieron caso. Con Llull secando a Waczynski, principal arma ofensiva de los locales, Felipe Reyes controlando el rebote, y la anotación muy repartida entre todo el quinteto, el Madrid ya puso tierra de por medio, al final del primer cuarto, 13-26. 

Llegan las rotaciones, y el equipo se resiente. No estuvo hoy fino Doncic, y el equipo lo notó cuando él se puso al mando de las operaciones. Obradoiro, con Haws y Pozas de estiletes, llegó a colocarse a tres puntos, 25-28. Tiempo muerto de Laso, e inmediata reacción del equipo, que se fue al descanso ganando 35-41. Poca distancia, pero la sensación de que en cuanto el Madrid apretará, ganaría fácil. 


Y a la tarea se puso tras el descanso. A pesar de no estar demasiado acertado en el tiro, el dominio del rebote, y el trabajo en defensa, (solo 12 puntos de los gallegos, en diez minutos), estiro la diferencia a favor de los blancos, por encima de los diez puntos, 39-51. Chacho Rodríguez y Ayón, comandaron el despegue definitivo de los suyos, que ya dejaron el partido sentenciado antes del último cuarto, 47-65. 

El último parcial solo sirvió para que Laso rotara a sus hombres, y los locales maquillaran el marcador. Al final, un claro 63-79 para un Real Madrid que sufrió mucho menos de los esperado en Santiago.


FICHA TÉCNICA



MI PARTIDO 

EL JUGÓN

El Real Madrid está atravesando su mejor momento desde que empezó la temporada, y eso se personifica, especialmente, en GUSTAVO AYÓN. De nuevo el mejicano volvió a ser el mejor jugador de los blancos, en la victoria ante Obradoiro. 14 puntos, 5 rebotes y 17 de valoración, en poco más de dieciséis minutos en cancha. Se prevé choque de alto nivel entre Ayón y Tomic el domingo.




2+1

+ Oficial el regreso de K.C. RIVERS. Confirmado por el club, lo que era un secreto a voces desde hace algunos días, Rivers vuelve al Real Madrid. Tras no renovar con el Bayern, el escolta americano volverá a estar a las órdenes de Laso. Firma hasta final de temporada, y salvo que Ayón consiga pasaporte español, tendrá que disputarse los minutos en ACB, con el propio mejicano y Thompkins. En Euroliga, podrán jugar todos, sin problemas.


+ FELIPE REYES ALCANCA LOS 9.000 DE VALORACIÓN EN ACB. Partido histórico para el capitán del Real Madrid, que continúa haciendo historia. Tras los 14 conseguidos frente a Obradoiro, Reyes alcanza los 9. 011 puntos de valoración. Sólo le superan HALL, con 9.396, y ALBERTO HERREROS, con 9.701. 


+ TERCER CUARTO DEFINITIVO. De nuevo tras el descanso, el Madrid asestó el golpe definitivo al partido. Y lo volvió a hacer desde la defensa, secando al rival y aprovechando este impulso para atacar mejor. 


3 SEGUNDOS EN ZONA 

+ Pocos minutos para NDOUR. No es amigo Laso de regalar minutos, y hace bien, pero se antojan muy escasos los casi cuatro que ha jugado Ndour, sobre todo teniendo en cuenta que en el último cuarto, el partido ya estaba sentenciado. Esperemos que el senegalés vaya entrando en dinámica, porque su trabajo, sobre todo defensivo, va a hacer falta. 


+ Aportación de la 2ª unidad. Laso cambió el quinteto en el segundo cuarto, y el equipo se resintió. Obradoiro remontó, y llegó a ponerse a tres puntos. Jugadores como Taylor, Thompkins y Carroll, deben asumir la responsabilidad y “tirar del carro”, cuando el entrenador mueve el banquillo.


+ Mal Obradoiro. Con la de hoy, los de Moncho López suman la cuarta derrota consecutiva y parecen confirmar el bache de juego y resultados por el que atraviesan. Su condición de anfitriones, les garantiza la presencia en la Copa del Rey, y eso puede que les haya hecho relajarse. 


TIROS LIBRES

+ Seguimiento a YUSTA. El joven alero salido de la cantera del Real Madrid, está siendo de lo más destacado de su equipo, de lo que llevamos de curso. A pesar de firmar tres temporadas con los gallegos, el Madrid sigue conservando derechos sobre Yusta, al ser su club de formación. Jugador a seguir, porque tiene condiciones de sobra para destacar.

+ WILLY aprovecha los minutos. Decíamos antes que Laso no regala nada, y con Willy Hernangómez lo está demostrando. Últimamente está contando más con el joven pívot, y este está respondiendo con creces, sobre todo por su trabajo en el rebote.


SOBRE LA BOCINA

Con la vuelta de K.C. Rivers, el Real Madrid completa, la que puede ser la plantilla más completa de su historia. Personalmente, el equipo de la temporada 1996/1997, podría hacerle competencia. Como dato, en aquel Madrid de Obradovic, Herreros salía desde el banquillo. Comparad y juzgad vosotros…..



martes, 22 de diciembre de 2015

¿Feliz 2016?


Hace un año estaba con amigos en Marrakech viendo a mi Real Madrid ganar el Mundial de Clubes, un año después todo ha ido de la peor manera posible. Nadie se podía esperar semejante despropósito y bochorno.

Eran las navidades de 2014 y nos las prometíamos felices con 4 títulos en el año natural, pensábamos. Así que nada, llega el 2015 (Feliz 2015 decíamos)  y todo se derrumba de una manera esperpéntica. No es fácil ver en la historia de cualquier deporte de élite a un equipo que teniendo todo tan de cara haya tirado todo por la borda en un año. Y por favor, no echéis la culpa al parche, nadie en la historia lo ha manchado tanto como nosotros, ha sido gafe pero desde luego por lo que tenemos dentro y no por otras causas.

Copa del Rey: regalada

Liga: regalada

Champions: regalada

-----------------------------------------------------

Copa del Rey: eliminados por un esperpento histórico. Regalada.

Liga: ¿Regalada? Es pronto para decirlo pero estamos a 5 puntos pero sin haber ganado un partido importante.

Por supuesto tanta inutilidad no cae en saco roto y nuestro rival más odiado se descojona de nosotros y gana 5 títulos en el 2015 más un 0-4 vergonzante en liga.

Así estamos. Hay más ruptura social que nunca, un equipo sin líderes, una presidencia sin autocritica. Nos hundimos.

¿Qué le pido al 2016? Pues un milagro, para empezar. Aquí va:

- Recuperar la identidad del RM, que la han enterrado.

- Que los jugadores recuperen la raza, el hambre, las ganas de hacer historia en el mejor Club posible.

- Que alguien explique a los jugadores qué es el REAL MADRID.

- Que el socio despierte de una SANTA vez y hable. No me vale ver 20.000 asientos vacíos el día del Rayo porque estamos hartos.

- Que se acabe con toda esa gentuza que saca provecho del Club, de la manera que sea, para sí, dañando lo que muchos queremos.

- Un cambio absoluto de modelo de Club. NO SOMOS UNA EMPRESA, SOMOS UN CLUB DEPORTIVO.

- Volver a sentir ilusión, orgullo por tus jugadores.

- Ver profesionales dentro del Club que tengan PASIÓN y sepan lo que es trabajar en el Real Madrid.

- Que el Club no sea el cortijo de unos pocos ni una dictadura.

- Que se escuche al socio.

- Que se pueda elegir y votar a los posibles candidatos que pueda haber.

- Que sigan sin tocar el baloncesto, que funciona muy bien así.

Como veis no he pedido títulos, hay cosas que urgen recuperar. El resto vendrá solo porque el Real Madrid siempre vuelve, pero para que vuelva otros se tienen que ir.

Os deseo una Feliz Navidad a aquellos que de verdad sentís este Club y este escudo, los que sufrís tanto, los que queréis otra cosa. Que acabe pronto este 2015 y que ojala en este 2016 venidero, se produzca el milagro que pido. Solo así recuperamos lo que hemos perdido, el REAL MADRID.

Solo así sabremos si ese “Feliz 2016”, es realmente feliz o es la continuación de un infierno.

¿Feliz 2016?.

sábado, 19 de diciembre de 2015

Otra ocasión desaprovechada


Se disponía hoy el Castilla a disputar su último partido de 2015, con la ventaja de jugar antes que el Barakaldo, a quien podría igualar a puntos antes del partido del equipo vasco si hubiera ganado a un rival teóricamente fácil al estar el Talavera luchando por evitar el descenso a Tercera División, sin embargo, en la Segunda B no hay rival fácil, como demostró un Talavera de la Reina que plantó cara a un Castilla con juego rocoso y a veces duro, que el árbitro no quiso neutralizar, por lo que el filial sólo pudo marcarle faltando 10 minutos para el final.

Salió Zidane con algunas rotaciones en el once de hoy, alineando en portería a Carlos Abad, en los laterales a Dani Fernández en la derecha y a Álvaro Tejero en la izquierda, siendo los centrales José León y el austriaco Lienhart, en el mediocampo hoy jugaron Marcos Llorente y Enzo Zidane, de extremo derecho salió Álvaro Jiménez, de mediapunta un Odegaard que el jueves cumplió 17 años, en el extremo izquierdo salió de titular el canario Christian Cedrés y de delantero Zidane eligió a Borja Mayoral, quedándose Mariano en el banquillo.

La primera parte fue muy aburrida pues apenas hubo ocasiones, ya que el Talavera salió a dejar jugar al Castilla sin contemplación alguna y los chicos de Zidane disponían de una posesión insulsa, pues apenas conseguían acercarse al área del portero manchego Bernabé. Únicamente se creaba peligro por la banda izquierda donde tanto Álvaro Tejero como Christian Cedrés producían estragos en la defensa talaverana, pero por distintas razones los jugadores castillistas no conseguían materializar las oportunidades que tenían, especialmente incisivo fue Enzo Zidane quien estrelló un balón en el larguero de Bernabé, y además sufrió un claro penalti sobre la línea del área que el colegiado gallego pitó, pero la sacó del área comiéndose el primer penalti claro de la tarde.

La primera mitad terminó sin más sobresaltos entre el sopor de un encuentro con escasas ocasiones y demasiado juego de mediocampo, empezó el segundo tiempo con la misma tónica del primer período, sin embargo, Zidane decidió revolucionar el partido sacando a Mariano en lugar de Christian Cedrés, y la entrada del delantero hispanodominicano una vez más agitó el partido, el Castilla empezó a crear ocasiones de gol, pero sería el Talavera de la Reina quien se adelantaría en el marcador, tras un espléndido centro desde una banda que el delantero visitante remató con gran calidad de forma picada con gran calidad debido al fallo en el marcaje del central austriaco Lienhart, ante tan magnífico testarazo nada pudo hacer Carlos Abad.

A partir de ese momento, el Castilla se volcó sobre la meta de Bernabé, y el árbitro se iba a tragar el segundo penalti clamoroso de la tarde cuando ignoró una doble mano de un central manchego que el propio defensor reconoció disculpándose levantando los brazos, pero el árbitro gallego no se dio por enterado de que el defensa del Talavera había interceptado el remate raso de Borja Mayoral a la asistencia de Mariano tras una excelsa jugada personal que volvió loco al defensor del Talavera, y escamoteó al Castilla el segundo penalti clarísimo de la tarde, aún más incomprensible fue la amarilla que sacó a Mariano minutos después cuando remató fuera un centro lateral de Odegaard, por golpear al defensa manchego que estaba lesionado porque se le había subido el gemelo, no porque recibiera ningún golpe de Mariano.

En la recta final del partido, el filial estaba absolutamente volcado sobre la meta del Talavera, cuando un centro lateral de Álvaro Tejero fue despejado por la defensa talaverana y fue empalmado por Marcos Llorente desde la frontal del área transformando el empate del Castilla, en un gol en el que pudo hacer mucho más el portero visitante ya que le pasó entre las manos un balón que probablemente no vio salir ante las innumerables piernas que tendría por delante.

A partir del gol del empate del Castilla, el partido siguió siendo un acoso y derribo completo pues el partido se desarrolló totalmente en el área del Talavera, primero fue Álvaro Tejero quien centró a Álvaro Jiménez quien intentó rematar pero la defensa consiguió anticiparse al extremo cordobés, después el propio Álvaro Tejero, quien hoy se ha marcado un partido soberbio por el lateral izquierdo, puso un pase entre líneas peligrosísimo a un Javi Muñoz que había entrado minutos antes en lugar de Álvaro Jiménez, sin embargo al mediocentro parleño le salió la vena egoísta y decidió intentar superar al portero del Talavera por el palo corto, en vez de poner el pase de la muerte al área pequeña donde esperaban el balón varios compañeros suyos.

Posteriormente sería Mariano quien hizo temblar la portería de Bernabé, con un espectacular trallazo desde más de 30 metros que con malísima suerte se estrelló en la cruceta y salió despedido, más tarde Marcos Llorente serviría un sensacional pase entre líneas al propio Mariano, quien se fue por velocidad de su marcador y cuando intentó el segundo recorte el defensa del Talavera le quitó el balón, y sería Borja Mayoral quien tuvo la última ocasión del encuentro cuando regateó a 2 rivales sobre la línea de fondo y puso un balón al área pequeña que fue despejado por la defensa visitante, el partido terminaría con un balón aéreo que intentó rematar José León, pero que su remate salió mordido y intentó pararlo el lateral Dani Fernández, pero le invalidaron la jugada por entender que se ayudó con la mano para detener ese balón.

Por tanto, el Castilla ha perdido hoy la ocasión de presionar al Barakaldo igualándole a punto antes del comienzo de su partido, pero el empate le deja a 2 puntos que pueden ser 5 si el equipo vasco vence su compromiso liguero, por lo que es necesario que en el nuevo año 2016 los chicos de Zidane sean mucho más efectivos de cara a gol, para que no se pierda la oportunidad de acercarse al liderato del grupo como ha pasado en los 2 últimos partidos ligueros. Si el Castilla mejora su efectividad, nos puede dar muchas alegrías el próximo año 2016.

jueves, 17 de diciembre de 2015

La mejor droga


Abrió los ojos y le deslumbró la intensa luz que entraba a través de la ventana. Sentía las piernas entumecidas; cada uno de los dedos de sus pies era recorrido por una incesante —e intensa— hilera de hormigas que amenazaban con ascender por sus piernas; y así lo hicieron. Gemelos, rodillas, cadera… «Mierda, ya están en el abdomen»… Intentó con todas sus fuerzas no pensar, no sentir aquella desagradable huella, que día tras día se hacía más grande en su interior. 

«Algo positivo, algo positivo… necesito algo que compense las fuerzas que se llevan cada una de estas dichosas hormigas. Un momento, ¡es domingo!...». Con un esfuerzo —que creía no tener— se sentó sobre la cama, abrió la «app» donde veía reflejados todos los partidos y horarios… y no pudo evitar que una sonrisa se dibujara en su rostro. Sonrisa, que sin darse cuenta le empujó a levantarse, a caminar hacia la cocina sin pensar en las hormigas, los pinchazos y el dolor atroz que le oprimía día sí y día también.

Encendió la radio y la cafetera. Antes de que su café estuviera listo, no pudo evitar escuchar las críticas, opiniones, informaciones sin base alguna y dobles raseros que rodeaban a su equipo. Lejos de enfadarse, había aprendido —gracias a su padre y el tiempo empleado en investigar la historia del escudo que tanto amaba—, a crecerse ante la ignorancia, ante los diferentes intereses que todos tenían y ninguno reconocía. Si nadie era incapaz de entender su enfermedad, porque no era visible a primera vista, ¿cómo iban a entender su amor incondicional por un escudo? ¿Por un legado que muchos habían pisoteado y otros querían renovar a su imagen y semejanza? Un pinchazo en su pierna izquierda le hizo flaquear, estuvo a punto de caer al suelo, pero el olor a café, su fuerza y sus ganas de disfrutar de un día esperando ver ese escudo, hicieron que agarrara la encimera de la cocina con ahínco. Respiró hondo. Desayunó.

Pasaron las horas, el sofá y pequeños paseos por casa parecían mitigar —aunque fuera solo por unos minutos— la intensidad del dolor, el recuerdo de su enfermedad, la pena por haber perdido la salud sin explicación alguna.

El oído de un mensaje hizo que acelerara el paso hacia la mesa del salón. Su marcha no era coordinada y aumentó el dolor que había conseguido mitigar. Observó la pantalla: « Hoy no puedes decirnos que no, quedarte en casa no te ayudará, tienes que venir y socializarte. Lo pasarás bien viendo a los nuestros. No  hacerlo no te curará, recuérdalo». «Ya, cada vez que el médico me da malas noticias no sois vosotros los que estáis ahí…», pensó para sus adentros. Tras la última consulta, había intentado superar la noticia de no estar respondiendo al tratamiento. « Bah, ¡paso! No me dejaré influir, solo yo sé cómo responde mi cuerpo».

Volvió al sofá y decidió distraerse ojeando noticias acerca del partido, convocados, lesionados… Dejado a un lado todo aquello que sabía a ciencia cierta, no le ayudaría, por fin llegó la hora. Sentado frente al televisor, con el bol más grande que tenía, abarrotado de patatas —las pipas habían pasado a mejor vida hacía años ya—, pensó solo en disfrutar, analizar el sistema de juego, a cada jugador… todo.

Final, todo había acabado y no pudo impedir que la vergüenza recorriera todo su cuerpo. « Al menos esta sensación también elimina el dolor.» Se había dado cuenta que, como en otras ocasiones, los 90’ que duraba el partido, si el dolor no había desaparecido por completo, apenas era perceptible.

Ya en la cama, volvía a mirar a través de la ventana. Esta vez no era la luz del sol lo que inundaba la habitación, sino la luz de las farolas. Repasó cómo había sido su día, cómo las ganas devastadas de ponerse en pie que le transmitían sus «amigas» las hormigas, habían sido sustituidas por la ilusión, la pasión, la devoción y el orgullo de sentirse unido a algo; la sensación de pertenecer a algo más grande que él, que le sobreviviría y no moriría nunca.  Les criticaría sí, no merecían menos, pero sabía que ningún jugador, directiva ni entrenador, terminaría con algo tan grande que se había convertido ya en eterno. Muchos jugadores, ya en épocas pasadas, habían echado a un entrenador porque no les gustaba o las razones más estúpidas que se pudieran imaginar.

El día siguiente sería un día diferente, sabía que oiría aún peores críticas si encendía la radio —cosa que ya no pensaba hacer—, pero también sabía que el tiempo sin dolor delante del televisor no tenáa precio y le ayudaría a que fuera un día mejor; y eso, solo lo conseguía su escudo. Nadie más.

sábado, 12 de diciembre de 2015

Crónica: Leioa 1 - 1 Castilla


Llegaba el Castilla al partido de hoy en la Sarriena, con la intención de seguir apretando al Barakaldo pues con la victoria habría empatado a puntos con el líder, a falta de su partido contra el Amorebieta, sin embargo el equipo de Zidane notó demasiado las bajas de Mariano (sanción) y de Enzo Zidane (lesión) y no pasó del empate ante el Leioa, por lo que si gana el Barakaldo el Castilla habrá desperdiciado los 2 puntos que consiguió recortarle la pasada jornada.

Salió Zidane hoy con muchas rotaciones ante las numerosas bajas que tenía, por lo que alineó a Carlos Abad en portería, al juvenil Dani Fernández en el lateral derecho, a Héctor Martínez y José León como centrales y a Álvaro Tejero en el lateral izquierdo, en el mediocampo formó un trivote con Marcos Llorente de 5, Aleix Febas y el hoy capitán Javi Muñoz como interiores y arriba Álvaro Jiménez y el juvenil Garci en las bandas y Borja Mayoral de nueve puro.

El delantero parleño iba a ser el gran protagonista del comienzo del partido, al aprovechar un defectuoso saque del portero vasco, que se lo dejó en los pies a Mayoral y que éste convirtió en el primer gol del partido con un disparo fulminante ajustado al poste que adelantaría al Castilla en el marcador cuando apenas se llevaban 5 minutos de juego, los chicos de Zidane siguieron intentando ampliar la ventaja pero les faltaba claridad en los metros finales acusando la falta de un mediapunta claro como Odegaard que veía el partido desde el banquillo.

Por ello, el Leioa empezó a venirse arriba y a dominar la posesión del balón, creando algo de peligro en los balones aéreos que tanto hacen sufrir a todos los equipos madridistas desde el Benjamín hasta el primer equipo, en la disputa de uno de ellos Carlos Abad se hizo daño al chocar con el delantero vasco y tuvo que ser atendido, pero afortunadamente el guardameta canario pudo continuar jugando, poco más dio de sí la primera mitad que apenas tuvo ocasiones de peligro más allá de disparos lejanos del Leioa bien solventados por nuestro portero y de una falta directa lanzada por Álvaro Jiménez que salió cerca del poste.

Pero en la reanudación, el equipo vasco iba a empatar precisamente con un tiro desde lejos del local Sota, quien regateó con un gran gesto técnico a Marcos Llorente y se sacó un potente disparo ajustado abajo, que Carlos Abad no vio salir y no pudo detener, por lo que el Leioa igualaba el marcador con toda la segunda mitad por delante, a partir de ese momento el equipo local intentó por todos los medios conservar el empate, recurriendo a pérdidas constantes de tiempo con continuas interrupciones del juego.

Poco después del gol de Sota, tanto el Leioa como el Castilla realizaron un doble cambio, Zidane sustituyó al juvenil Garci, a quien hoy apenas se vio, para sacar a Odegaard y también quitó a Javi Muñoz para dar entrada a Christian Cedrés. Con los cambios el Castilla pasó a ser el completo dueño del partido, pero le faltaba profundidad en los últimos metros para crear verdadero peligro, por lo que se limitaba a tirar desde lejos como intentó en un par de ocasiones Christian Cedrés o a centrar continuamente desde las bandas, centros que casi siempre eran despejados por los defensas del Leioa, que ese juego aéreo les viene como anillo al dedo, debido a su gran altura y corpulencia, únicamente tuvo peligro un centro raso al área pequeña de Christian Cedrés, que no encontró rematador.

Zidane decidió sacar al delantero Juanjo Nárvaez a falta de un cuarto de hora, pero no se atrevió a jugárselo todo con 2 delanteros y quitó a Borja Mayoral para que entrara el colombiano, a quien apenas se le vio en lo que restaba de partido más allá de disputar balones aéreos que no pudo materializar. El partido terminó con un contraataque del Leioa, que consiguió desbaratar Héctor Martínez cuando el delantero vasco se disponía a rematar a placer y con la expulsión del jugador local Picón, por una dura entrada sobre Dani Fernández, quien hoy ha sido de los mejores del Castilla con un gran despliegue por la banda derecha tanto en defensa como en ataque, la falta lateral la botó Odegaard pero se le quedó corta y fue fácilmente despejada por un defensor del Leioa.

En definitiva, el Castilla ha dado hoy un paso atrás en la persecución del Barakaldo, pues si el líder gana al Amorebieta volverá a distanciarse a 5 puntos del Castilla, por lo que los chicos de Zidane tienen que seguir remando para alcanzar al equipo vasco, para lo cual es muy necesario que afinen la puntería tanto en el remate como en el último tercio del campo para crear peligro real más allá de la posesión estéril.