Nueva temporada, otra asamblea general y más apetencia de azotar al Florentinato. Sábado de aves delirantes que alzan el vuelo para dejar caer sus desechos sobre la cúpula florentiniana. ¡Ay qué sería de estos apuestos soldados que quieren derrocar la figura del maleante!.
Entre ellas destaca una de las aves más belicosas para con la dictadura de Herr Florentino Pérez, un auténtico ganso de Canadá de pungente mordedura. A mis oídos han llegado rumores de un señor cuyos dedos no atinaban este viernes noche con el teclado del ordenador ante la gloriosa oportunidad que se le ostentaba, atacar nueva y gozosamente al Real Madrid. Alfredo Relaño y su tesis bautizada“Las asambleas a la búlgara de Florentino”.
Nuestro protagonista elogia la virtuosa destreza del presidente madridista de colocar en las asambleas a un público capaz de tragarse cualquier rueda de molino. Crítica que Florentino se las apañe para sacar a las voces más críticas para así promulgar con sesiones de comida de coco a los asambleístas recibidos por grupos. Además, éste profesional también sabe engalanarse con telas dotadas de victimismo (“El Barça ganó todo la temporada pasada, Casillas se fue mal, lo de De Gea fue una charlotada, pero la culpa es de la prensa”).
Le encanta ensalzar las victorias del eterno rival para vanagloriar y señalar a Florentino –claro está que él ha sido quien se ha echado el Barça a la espalda y no Messi-, pero si el presidente blanco señala a un sector de la prensa -que no toda- el asunto toma tintes beligerantes para Alfredo.
Permítame señor Relaño que otorgue a los lectores meritocráticos algo más esperanzador y coherente. Yo quiero presentar a los lectores de éste artículo una batería de razones optimistas y no envenenadas de hediondo rencor. Para este fin voy a ser algo ventajista con esta asamblea –como si fuera el único- y la cotejaré con la de diciembre de 2008. Además, examinaré lo importante en esta época para el director del As.
Obviamente, en la actualidad, no es oro todo lo que reluce, pero hay razones suficientes para no echarse las manos a la cabeza como sugieren terceros. El Real Madrid es una entidad con sus cuentas aprobadas, una plantilla con jugadores de primer nivel que han ubicado al club en el ‘Top Four’ europeo durante varios años consecutivos. Una organización que dona un millón de euros a una causa solidaria y una empresa que expulsa a los violentos del estadio.
Por allá en 2008 aún acaecían interrogantes sobre la legitimidad del triunfo de Ramón Calderón y el ambiente se ensombrecía aún más con la turbia trama del voto por correo. Por aquel entonces los ultras tenían peso institucional, irrumpiendo a voces en la asamblea para apoyar al presidente de turno. Y para más inri, entre los miembros de Nanín Babá y los cuarenta ladrones se hallaba un socio del Atlético de Madrid.
En aquellos tormentosos años el señor Relaño optó por el papel de hombre sereno, de sabios consejos y cuyo único deseo era algo tan cándido como la paz institucional. (“Hay un tono casi guerra civilista que cabezas sensatas deberían frenar”, “Y el caso es que el Madrid necesita sobre todo paz, pero no la consigue”, “una asamblea que ya se temía fea y acabó siendo asquerosa”).
Así que a día de hoy me satisface como madridista que la única preocupación de nuestro citado periodista sea exclusivamente su interés por desacreditar al ser superior –el mismo que insiste en dar acceso a la prensa ante la inconformidad de la mayoría de socios compromisarios-, que cambie el calificativo asqueroso por búlgaro, que el tono me embauque en las ruedas de molino y no me indigeste con notas guerra civilistas.
A todo esto, también fue sábado de partido, nuestro Real lo pasó francamente mal ante un combativo Granada, pero venció.Ganó porque Benzema marcó con la testa tras centro de Isco –en posición antirreglamentaria-, ganó porque le escamotearon un gol legal al conjunto de Sandoval y ganó por un enorme Keylor Navas, estos partidos son los que la temporada pasada finalizaban en empate y alejaban al equipo del título. El costarricense está a diez minutos de superar el récord de Iker -460 minutos de imbatibilidad- en tan solo cinco partidos con el Real Madrid –en su primera temporada de verdad-. Mientras y cerca de allí, algunos solo estarán interesados en sacar a Morata afirmando que no regresaría al Madrid –no sé hasta qué punto me da la risa- y a Casillas en el papel de mártir. Todo esto para intentar acabar con la paz que los aficionados ya empezamos a apreciar y esa por la que Alfredo abogaba en aquellos maravillosos tiempos.
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